ENTREVISTA A ANA PRIMO
"Las matemáticas esconden momentos de belleza"
Esta matemática, experta en ecuaciones en derivadas parciales y profesora titular de la UAM, investiga cómo las singularidades afectan a modelos matemáticos con aplicaciones en física, biología o redes sociales.
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El pasado 11 de febrero Ana Primo, miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) y profesora titular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), recibió el Premio al Joven Talento Científico Femenino en la categoría de Matemáticas, otorgado por Mastercard y la Fundación Real Academia de Ciencias de España (FRACE). Primo es experta en ecuaciones en derivadas parciales y no lineales.
El jurado ha reconocido "su investigación de problemas con efectos no locales, como elasticidad, water waves, dislocación de cristales, problemas de obstáculo, propagación de llamas, materiales estratificados o flujos quasi-geostróficos". Hablamos con ella los días después de la concesión del premio.
¿De dónde surgen el tipo de cuestiones que trata de responder con su investigación?
Para estudiar los modelos de la física, de la biología, ingeniería, … o incluso el comportamiento en redes sociales, nos basamos en el análisis de distintas variables que interactúan entre sí. Para estudiar estas interacciones, una herramienta muy potente es el cálculo diferencial. Concretamente, yo me dedico a una rama de este cálculo diferencial que se conoce como ecuaciones en derivadas parciales.
En concreto, estudia los puntos singulares en este tipo de ecuaciones, ¿qué son?
Son puntos especiales que aparecen en el modelo y afectan al comportamiento de la solución. Por ejemplo, un punto concreto que produce mucho calor en una reacción química, que luego se va difundiendo por el espacio hasta alcanzar un equilibrio. O una estrella, o un foco de luz que irradia desde un punto a todo su entorno. O una opinión lanzada por un usuario de una red social que se vuelve viral y se expande a todos sus contactos, y luego se propaga en cascada. O una célula que muta y se convierte en cancerosa y comienza a multiplicarse sin control.
¿Qué tipo de preguntas se hacen sobre estos objetos?
Nos preguntamos cómo afecta la presencia de estos puntos singulares a la existencia y regularidad de soluciones de distintos tipos de ecuaciones –elípticas, parabólicas, hiperbólicas– y cómo interactúa con otro tipo de términos como, por ejemplo, las potencias del gradiente. Incluso la versión más simple de estas singularidades –una potencia inversa, como, por ejemplo, el potencial de Hardy-Leray–, ya genera problemas muy interesantes y difíciles, que llevan más allá de lo que conocemos como teoría clásica –la desarrollada en los siglos XVIII y XIX–.
¿Qué avances destacaría sobre este tema?
Estos años, hemos conseguido desarrollar nuevas herramientas, como desigualdades funcionales mejoradas, que permiten plantear estos problemas límites en otros espacios, es decir, facilitan entender la singularidad desde otra perspectiva. De esta manera, hemos podido clasificar soluciones de problemas no lineales, dando una interpretación concreta a modelos matemáticos donde puede haber varias soluciones como, por ejemplo, en las ecuaciones de reacción-difusión con gradiente, que aparecen en control estocástico, en modelos financieros o de biología.
¿Qué es lo que hizo que se decantara por esta opción profesional?
Imagino que fue el gusto por aprender, la curiosidad…
¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo?
Lo que más me gusta son los momentos de belleza que te regala. Y la oportunidad que brinda de conocer a personas muy interesantes, desde distintos puntos de vista, con las que es un verdadero placer avanzar.
El día a día es muy estimulante. Me gusta llegar por las mañanas a la Facultad, con la ilusión de resolver esa duda que llevo un tiempo rumiando en mi cabeza. Además, me siento contenta al dar clases, porque me permite compartir resultados preciosos, que admiro profundamente y por los que siento un gran respeto, ya que son el fruto del trabajo de científicos brillantes.
Cuando regreso a casa, incluso en los días en que no sale nada, siento satisfacción, porque siempre aprendo algo nuevo y me doy cuenta de lo muchísimo que aún queda por aprender. Y eso es realmente emocionante.
El premio que recibe es al "talento femenino", ¿qué lugar cree que ocupa el talento femenino dentro de la investigación en matemáticas hoy en día?
En la carrera científica he tenido el privilegio de encontrarme con mujeres de una calidad matemática impresionante, a las que admiro profundamente desde diversos puntos de vista. La presencia de mujeres en matemáticas es real, pero podría ser más numerosa. Creo que sería necesario hacer una reflexión profunda sobre las razones de esta realidad y tratar de identificar el momento y las causas que generan esta brecha. Las mujeres somos la mitad de la población y la sociedad no debería desaprovechar ese talento.
¿Podría dar algún consejo para niños y niñas que quieran dedicarse a las matemáticas?
Les diría que tienen que seguir su vocación con determinación y entusiasmo. Llegarán momentos difíciles, donde las cosas no salgan, pero hay que seguir hacia adelante. De pronto, todo empieza a encajar y llegan instantes de gran satisfacción. Nunca se deja de aprender.
Les diría que no se olviden de disfrutar del camino y de las personas que te acompañan en él.
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