INVESTIGACIONES FORENSES
Los microorganismos genitales podrían ayudar a identificar a agresores sexuales
Investigadores de Australia han descubierto que, tras las relaciones sexuales, se transfieren bacterias únicas entre las parejas, lo que podría ayudar a identificar a agresores sexuales incluso sin presencia de esperma. Este hallazgo ofrece nuevas posibilidades para las investigaciones forenses.
![El rastro único que deja el microbioma genital puede delatar al agresor sexual El rastro único que deja el microbioma genital puede delatar al agresor sexual](https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages02/2025/02/12/BEC00EDA-C458-4CE9-9873-7630C8A7580D/70.jpg?crop=4088,2300,x0,y214&width=480&height=270&optimize=high&format=webply)
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Las investigaciones judiciales de agresiones sexuales heterosexuales suelen incluir un análisis de ADN de los genitales de la mujer con el objetivo de identificar la presencia de esperma del agresor como prueba. Sin embargo, en los casos en los que no se detecta, por ejemplo, cuando el atacante ha utilizado preservativo, estos test suelen ser ineficaces
Ahora, en un estudio publicado en la revista
Poblaciones de bacterias únicas
En el estudio, los investigadores confirmaron que tanto hombres como mujeres tienen poblaciones únicas de bacterias en sus zonas genitales. A continuación, reclutaron a 12 parejas heterosexuales monógamas para investigar si estos sexomas se transfieren durante las relaciones sexuales, incluso cuando se utiliza preservativo.
Al inicio del experimento, cada participante recogió muestras de su microbioma genital mediante bastoncillos. Los investigadores utilizaron la secuenciación genética del ARN para determinar qué cepas bacterianas estaban presentes –hasta el nivel de subespecie– e identificaron las firmas microbianas de cada voluntario.
A continuación, se pidió a las parejas que se abstuvieran de tener relaciones sexuales durante periodos de tiempo variables (de 2 a 14 días) y que luego mantuvieran relaciones sexuales. Después, se volvieron a recoger muestras del microbioma genital de cada individuo. Los análisis mostraron que la firma bacteriana única de un participante podía identificarse en la muestra de su pareja sexual tras el coito.
Tres de las parejas dijeron haber utilizado preservativo. El análisis descubrió que, aunque esto tenía cierto impacto en la transferencia del contenido microbiano, no la inhibía por completo. "Cuando se utilizaba preservativo, la mayor parte de la transferencia se producía de la mujer al hombre", afirma Ruby Dixon, coautora del trabajo e investigadora de la Universidad de Murdoch.
"Nuestros hallazgos son prometedores como medio de analizar al atacante después de la agresión y significa que puede haber marcadores microbianos que detecten el contacto sexual, incluso cuando se ha utilizado un preservativo", remarca la investigadora.
Diversidad microbiana de hombres y mujeres
El equipo también analizó si los varones estaban circuncidados y si los participantes tenían vello púbico, pero descubrieron que ninguno de los dos factores parecía afectar a la transferencia de especies bacterianas entre los miembros de la pareja. Sin embargo, sí observaron que la composición del microbioma vaginal cambiaba durante la menstruación, lo que, según los investigadores, podría afectar a los resultados.
"La aplicación del sexoma a los casos de agresión sexual está aún en sus inicios", dice Dixon. "Es importante entender completamente los factores externos que pueden tener un impacto en la diversidad microbiana de hombres y mujeres, y esto es algo que planeamos seguir estudiando".
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