¿Cómo escribir un diario de viaje?

Cuando a uno le gusta viajar, es lógico esforzarse por querer conservar cada momento vivido. Nos pasa en el día a día, en realidad, cuando sucede algo que queremos mantener para siempre con nosotros. Cuando viajamos, esta necesidad puede aumentar, por eso es buena idea lanzarse a escribir un diario de viaje. ¿Tú también quieres animarte? Sigue leyendo.

Debéis saber que un diario de viaje es algo muy personal. Por eso, aunque podamos ofrecer algunas claves y orientaciones, al final eres tú quien debe decidir cómo quiere llevar y organizar las anotaciones que haga antes, durante y después del viaje. Dicho esto, empezamos.

Hay quien opina que un diario de viaje comienza antes de comenzar ese viaje, valga la redundancia. Es decir, en las horas previas, cuando tienes la maleta hecha o estás empezando a hacerla. Es cierto que puede ser una buena idea, pues de esta manera podremos comprobar, por ejemplo, cómo han cambiado nuestras impresiones del lugar que vamos a visitar antes y después de conocerlo. También mediremos nuestros nervios, nuestras emociones y dejaremos por escrito nuestras expectativas. En cualquier caso, la parte más importante siempre llega con el viaje en sí.

¿Cómo gestionar un diario? ¿Cómo gestionarlo, sobre todo, teniendo en cuenta que estamos de viaje y por ello nos hayamos en continúo movimiento? En primer lugar, hay que tomar una decisión: bien podemos convertir ese diario desde el principio en algo elaborado, artístico, que compartir con el resto, bien podemos usarlo para tomar notas que posteriormente convertiremos en ese algo artístico que poder enseñar.

Aconsejamos la segunda opción, pues de esa manera no necesitaremos emplear más tiempo del necesario en poner por escrito lo que estamos viendo y sintiendo. De lo contrario, podremos perdernos cosas. Consideramos fundamental que lo que empleemos como diario sea práctico, manejable y transportable. Llevarlo en un bolsillo del abrigo, en la mochila o en el bolso y poder sacarlo en cualquier momento junto con el bolígrafo para hacer una anotación rápida es lo que nos permitirá tener más impresiones a lo largo del tiempo.

Por otro lado, ¿qué debemos anotar? Hay quien lo anota todo: desde la hora a la que se levanta hasta la hora a la que se acuesta. Dejamos a elección de cada uno este punto, lo que sí aconsejamos es que os baséis sobre todo en sensaciones. Sí, anotad todo aquello que percibís. El olor de esa flor de los jardines Boboli de Florencia y lo que provocaba el ruido del tráfico y las personas en Piccadilly Circus, en Londres. Es importante, claro, quedarse con los lugares que hemos visitado cada día, pero tan importante como eso es anotar lo que esos lugares nos han transmitido.

Al final de nuestra estancia en un pueblo o una ciudad, podemos probar a describirlo con tres palabras o con una canción, así nos esforzaremos por encontrar el sentimiento que ha provocado en nosotros. Si viajamos acompañados, también podemos preguntar qué ha provocado ese lugar en cuestión en ellos. Es una buena manera de compartir impresiones y también de que haya contrastes, pues seguro que los habrá. Al final, hay tantas maneras de sentir un lugar como personas hay en el mundo.

Además, podemos completar nuestro diario añadiendo fotografías de algún momento que queramos recordar siempre, billetes de transporte o entradas a museos, pues estamos convencidos de que os alegrará regresar a todo ello años más tarde, cuando decidáis leer por primera vez el diario de ese viaje que tan felices os hizo.