Cómo evitar las ampollas en los pies durante el Camino de Santiago

A lo largo del Camino de Santiago a muchos peregrinos les sales ampollas cuando pasan muchos kilómetros. Aunque parece que las ampollas no vayan a influir en la comodidad en la que el peregrino hace el camino, la gran mayoría suelen provocar dolor y complicar el trayecto hasta llegar a Santiago.

Antes de empezar la rutadebemos tener en cuenta varias medidas preventivas para evitar que nos salgan ampollas. Algunos consejos son:

Elegir bien el calzado

Las ampollas salen debido a que la bota hace fricción con tu piel del pie y a las altas temperaturas. Lo que va a marcar la diferencia es el calzado que escojamos para realizar el Camino de Santiago. Hay que elegir un calzado que se adapte a distintos terrenos y proteja nuestro pie.

Se recomienda llevar tres tipos de calzado: unas botas de senderismo, zapatillas deportivas y sandalias descubiertas, y así ir alterándolas para que el pie respire correctamente.

Las botas de senderismo deben sujetar bien el pie, que no te queden grandes y sean impermeables. Además, las deportivas deben ser transpirables y que el interior sea agradable, las sandalias nos deben dar flexibilidad y sujeción a los bordes de los pies.

Calcetines

Los calcetines deben ser de materiales absorbentes y altos para protegernos de cualquier rozadura. Hay que mirar bien la talla para que no nos queden grandes y nos provoquen arrugas, ya que el movimiento de la tela nos puede generar ampollas. El calcetín correcto debe ejercer una leve presión en el talón y en la parte baja del pie.

Vaselina y Talco

Es un truco muy utilizado por los peregrinos que lo usan año tras año por su efectividad. Consiste en aplicar vaselina en los bordes del calzado donde roza la piel y esparcir una cantidad generosa de talco en el interior. Esto evita la humedad y las ampollas.

Descanso

Los momentos de descanso son fundamentales para enfrentarse al último tramo. Pero hacer paradas para tomar un respiro y liberar los pies ayuda a que no salgan ampollas. También, al llegar a los albergues podemos meter los pies en agua tibia, pasear descalzo por superficies lisas o hidratarnos los pies.

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