Consejos viajeros
Consejos para disfrutar verdaderamente de un viaje a Escocia
Escocia es uno de los países más hermosos del planeta y disfrutar de él es sencillo, pero si de verdad queréis descubrir la magia escocesa y poder decir que conocéis sus lugares, tenéis que seguir una serie de consejos que os dejamos a continuación.
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Escocia es un país que se disfruta de cualquier manera. Los espectaculares paisajes que se abren paso sin necesidad de recorrer grandes distancias, la magia de sus ciudades y de sus pueblos, sus castillos, un encanto especial difícil de explicar pero fácil de entender cuando pisas sus tierras..., todo esto lo convierten en uno de los países más bonitos del planeta.
Es fácil disfrutar de él, sí, pero si quieres vivir una experiencia plena tienes que seguir una serie de consejos que mejorarán tu experiencia y que te dejamos a continuación:
Investiga antes de viajar. Aquí comienza nuestro viaje, pues es un punto fundamental. Leer acerca del destino que vamos a visitar nos permitirá tener las cosas más claras una vez que nos encontremos allí. No quedarse en la superficie es lo que verdaderamente marca la diferencia, lo que va a conseguir que puedas decir que conoces el lugar en el que has estado.
Evita los inviernos. Aunque Escocia está bonita durante las cuatro estaciones, los inviernos son fríos y están llenos de precipitaciones. Eso impedirá que podamos desplazarnos con facilidad y seguramente arruine más de un plan. En la medida de lo posible, los inviernos deben evitarse. También los meses de verano (lo sabemos, lo sabemos, todos buscamos buen tiempo) si uno quiere evitar las grandes aglomeraciones de turistas.
Adáptate al clima. Llueve mucho. De verdad, llueve mucho. Y la lluvia consigue que unas temperaturas que en otros lugares se consideran templadas terminen siendo tu peor pesadilla. Así que ponte calzado adecuado (es decir, botas de agua) y abrígate si quieres disfrutar de los paisajes escoceses sin necesitar volver al hotel en cuanto has salido de éste.
Planifica dejando un hueco a la improvisación. En Internet no está todo lo que uno busca cuando viaja a un país como Escocia, por eso, aunque es importante que lleves una ruta más o menos planificada, deja huecos en blanco porque te aseguramos que querrás improvisar. Alguien te hablará de un pueblo que casi ni aparece en Google Maps y que querrás visitar sí o sí. Te surgirán nuevos planes en cada plan trazado con anterioridad, no lo olvides.
Pueblos, pueblos, pueblos. Edimburgo es sensacional y se deben conocer otras ciudades como Glasgow, la más poblada del país, pero uno termina amando Escocia una vez que se introduce en sus pueblos. No hace falta irse muy lejos: cerca de Edimburgo, en la costa este, encontramos rincones preciosos como North Berwick y algunos de mayor tamaño como St. Andrews que nos enseñan cómo se vive verdaderamente en el país.
Visita las Highlands. Sabemos que puede dar algo de pereza y sabemos que no siempre es sencillo, pues los vuelos son caros y con escalas, pero si tienes posibilidad de subir al Norte tienes que hacerlo. No hay excusas. La esencia de Escocia está en sus Tierras Altas, en las islas que rodean el Norte del país y en todos los paisajes donde parece que el hombre nunca ha puesto la mano.
Utiliza el coche. Esto es un plus, pues no siempre hay opción a ello, pero tampoco debes dudar si entra dentro de tu lista de posibles. Es la mejor manera de completar los dos puntos anteriores: atravesar los pequeños pueblos escoceses en coche, parar allí donde quieras parar, desviarte porque hayas descubierto algún paisaje escondido y, en definitiva, tener la posibilidad de elegir tu destino por completo. Esto hará de tu viaje a Escocia un viaje inolvidable.
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