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Consejos para ir a la playa con niños

¿Tienes hijos y son pequeños? Ten en cuenta estas recomendaciones para ir a la playa con ellos. Seguro que entonces el día sale perfecto.

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Llega el verano y con ello los días de playa. Pero es importante que cuando vamos con niños pequeños tomemos ciertas precauciones. Porque aunque la playa nos parezca el lugar perfecto para disfrutar de unas bonitas vacaciones en familia, también es un lugar que guarda algunos peligros. Por eso, es importante prestar atención a cada detalle y sobre todo, hacerlo cuando se va con niños pequeños.

Para empezar, debes saber que tu hijo no debe ir a la playa si tiene menos de seis meses. Si supera esa edad, entonces puedes llevarlo pero teniendo mucho cuidado. Y es que los cuerpos de los bebés no tienen bien regulada la temperatura y es muy fácil que les dé un golpe de calor. Por eso, debes evitar las horas de más calor (de las 11 a las 16h), llevar sombrilla para tener a tu bebé siempre a la sombra y protegerlo con ropita específica. Es decir, debes comprarle ropa diseñada para ir a la playa, de las que llevan protección. Esto es mucho mejor que ponerles crema solar, ya que ésta puede irritarles la piel.

Si tu hijo es un poco mayor, necesita que lleves sombrilla y evites las horas de más Sol, pero a esa edad ya puede ir con su bañador. Eso sí, deberás ponerle crema de sol una vez cada dos horas y, por supuesto, mirar que tenga alta resistencia al agua. La protección ha de ser total, claro, no puedes olvidar echarle protección en las orejas o el empeine, por ejemplo. Además, debes protegerle los labios con barra de labios protectora y los ojos con unas gafas homologadas.

Por otro lado, en lo referente al agua, has de evitar que se bañe tras estar expuesto al Sol. El cambio de temperatura tan brusco puede ser muy peligroso. Es por eso que es mucho mejor que los niños se metan al agua poquito a poco, mojando primero las muñecas y la nuca.

Por supuesto, el baño ha de darlo acompañado de un adulto: en el mar hay corrientes que pueden resultar fatal. Y si lo dejas jugar solo en la orilla no le quites el ojo de encima ni un momento, en cuestión de segundos puedes perderlo.

Y hablando de pérdidas, si tu hijo tiene edad suficiente como para jugar solo con pelotas, por ejemplo, ponle unos límites. Guíate de sombrillas de colores, papeleras o duchas para pedirle que no se vaya más lejos. En una playa hay muchísima gente y es muy fácil no saber regresar con los padres por no saber encontrarlos.

Para terminar, un consejo (obligatorio) tenga la edad que tenga tu hijo: refréscalo cada poco tiempo, dale agua aunque diga que no tiene sed y dale frutas y zumos frescos. Hidratarlo es fundamental para que el día en la playa acabe de la mejor de las maneras.

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