Los bebés también viajan
Viajar con bebés en un avión siempre es complicado... O no
Viajar con bebés en un avión es algo realmente complicado… O no. Hemos reunido una serie de consejos que puedes llevar a cabo para que esta situación sea coser y cantar para ti. ¡Ya lo verás!
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Realizar un viaje con niños pequeños puede llegar a ser una aventura… o una pesadilla. A pesar de, incluso, haber viajado más veces con ellos, existen un gran número de trucos para entretenerles y no se pongan tan nerviosos a la mínima. Además, si este viaje se hace en avión, los nervios pueden jugar una mala pasada tanto a niños como a adultos.
Bien es cierto que siempre tenemos que controlar algún que otro detalle completamente básico. Por ejemplo, que algunos niños tienen miedo a molar, para otros puede que sea todo un desafío… Hay que aprender a analizar la situación y, sobre ella, actuar para que todo vaya sobre ruedas.
Nunca hay que dejar de ser precavidos
Un viaje de avión, aunque dure un par de horas, debemos tener en cuenta todas y cada una de las necesidades de nuestro bebé: Pañales, biberones, agua, toallitas… ¡Todo lo que haga falta! Es esencial, porque si no llevamos lo básico se puede convertir en una auténtica tragedia en cuanto a rabietas y lloros.
Debes llevar la cantidad de leche de fórmula justa y la botella de agua la deberás comprar nada más pasar el control de seguridad. Eso sí, en la mayoría de baños de aviones cuenta con un cambiador de pañales en el baño. ¡Algo muy a tener en cuenta! Es la mejor opción, así ningún pasajero se sentirá incómodo.
Escoge un vuelo adecuado
Si el vuelo va a ser de corta duración, una gran opción es elegir uno que esté en la hora de la siesta. De esta manera, nos aseguraremos que el bebé estará todo el viaje muy tranquilo porque estará durmiendo. Si el vuelo es largo, es recomendable no realizar muchas conexiones entre vuelos. Además, tienen que tener cierto tiempo entre puerta y puerta, ya que deberás ir con tu equipaje y también con el bebé a cuestas. Es preferible estar algo más de tiempo en el aeropuerto que ir corriendo por los pasillos.
Ten en cuenta que puede haber imprevistos
Es evidente que los niños y los bebés pueden ponerse revoltosos y nerviosos ante cualquier situación que se presente. Puede haber retrasos en el vuelo, con lo cual la situación se podría agravar muchísimo. Ahora bien, la mejor opción sería buscar un vuelo de mañana. Estos son los que tienen menos probabilidad de retrasarse y, por si fuera poco, contaríamos con más tiempo para instalarnos en el destino elegido.
Planifícalo todo al detalle
Uno de los grandes consejos a tener en cuenta es, sin lugar a dudas, llevar un ligero equipaje de mano. De esta manera, podrás desplazarte muy ágilmente por todo el aeropuerto. Date cuenta que el coche del bebé deberás dejarlo antes de entrar al avión y luego tendrás que esperar un buen rato hasta que salga el equipaje facturado. Con lo cual, juguetes, sacaleches y demás enseres tienen que ser vistos por los escáneres de seguridad. Si ves que te agobias mucho con el bebé, pide ayuda al personal del aeropuerto. ¡Estarán encantados de hacerlo!
Debes informarte de cómo irá el bebé en el avión en el preciso momento de comprar los billetes. Puede ir o encima de la madre o padre o, incluso, en un asiento con una pequeña silla. Lo más idóneo es que reserves un asiento que se encuentre cerca del pasillo. De esta manera, podrás pedir algo al personal de vuelo de una manera más fácil, así como dar un paseo con el bebé para que se tranquilice. ¡Es perfecto!
¡Paciencia!
Tu objetivo será entretener constantemente al bebé para que no moleste al resto de pasajeros del avión. Si tienen miedo, se sienten incómodos o tienen hambre, se pondrán muy nerviosos. Esto ocurre, sobre todo, cuando el avión va a despegar o a aterrizar. Nos ocurre a todos, así que imaginaos a un niño pequeño.
Además, debes tener en cuenta que los cambios de presión pueden afectar al bebé en cuanto a la lactancia materna o biberón. Trata de evitar la incomodidad a la hora de alimentar al pequeño y no olvides tener el chupete a mano para tranquilizarlo. Una gran opción es hacerse con tapones para los oídos adaptados para los bebés. De esta manera, bloquearán todo tipo de sonidos inusuales que puedan asustarles.
El principal objetivo, aparte de que el pequeño esté bien, es ser lo más respetuosos con el resto de pasajeros del avión. Podemos entretener al bebé con su peluche favorito o un libro adaptado a su edad. También puedes ayudarte de una servilleta de papel para que pueda dibujar mientras tanto. Otra opción factible es descargar en tu móvil capítulos de series infantiles, ¡así sí que no habrá forma de distraerles de sus dibujos animados favoritos!
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