Egipto
Abu Simbel: ¿Por qué se llama así el lugar donde están los templos de Ramsés II y Nefertari?
El Templo de Abu Simbel es uno de los grandes emblemas de Egipto. Ahora bien ¿por qué recibe este nombre tan peculiar?
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Abu Simbel se ha convertido en uno de los grandes emblemas de la historia de Egipto y, siendo honestos, no es para menos. Este complejo está formado por dos espectaculares templos excavados en roca. Uno de ellos está dedicado a Ramsés II mientras que, el otro, está dedicado a Nefertari. Ella no solamente fue su primera esposa, sino que fue su favorita.
La construcción de ambos templos se realizó durante el reinado del faraón Ramsés II y tardó, aproximadamente, unos 20 años en verse finalizada. Un curioso dato es que, durante muchísimos siglos, estos templos estuvieron enterrados en la arena. No es hasta 1813 cuando fueron descubiertos, en parte, por el suizo Johann Ludwig Burckhardt.
Unos años más tarde, en 1817, Giovanni Battista Belzoni descubrió el resto de los templos. Desde entonces, estamos ante una de las construcciones más significativas y espectaculares de todo Egipto, junto a las conocidas Pirámides de Giza. Y, siendo honestos, no es para menos puesto que es absolutamente precioso.
Abu Simbel, un emblema de Egipto y de la historia
En este complejo, compuesto por una serie de edificios, destaca el templo dedicado a Ramsés. Su impresionante fachada se ha convertido en todo un símbolo del país. En ella podemos encontrar esas estatuas, de unos 20 metros de altura, que fueron perfectamente talladas sobre la roca.
La fachada es absolutamente increíble, pero lo es aún más el interior. Podemos encontrar enormes salas, minuciosamente decoradas con frescos. Se conservan a la perfección. Todo ello con colosales estatuas que dan paso a esas salas de menor tamaño. Una espectacularidad que no deja indiferente a nadie.
Justo al lado de este templo, encontramos el de Nefertari. De tamaño algo inferior, el templo dedicado a la mujer preferida del conocido faraón cuenta con una belleza similar. En su fachada encontramos seis figuras talladas en la roca y, como ocurre en el de Ramsés II, su interior es absolutamente impresionante.
¿Por qué recibe este nombre tan peculiar?
Los templos de Ramsés II y Nefertari, durante más de 2.000 años, permanecieron ocultos en la arena. Como hemos recordado, en 1813, Johann Ludwig Burckhardt lo descubrió y, posteriormente, decidió comentárselo a su compañero y arqueólogo Giovanni Belzoni.
El italiano rápidamente se trasladó hasta Abu Simbel pero, al contrario de lo que imaginaba, fue incapaz de acceder a esta edificación. Por ese mismo motivo en 1817, en su segundo viaje, logró entrar en el Templo. Este hecho hizo que se llevara consigo diversos objetos de valor.
Ahora bien, son muchos los historiadores que afirman que este complejo egipcio recibe el nombre de nada más y nada menos que el niño que condujo a Burckhardt hasta los templos. Este niño se llamaba Abu Simbel. Otros aseguran que el que fue conducido por el niño y decidió denominar a los templos de esta manera no era el suizo, sino Giovanni Belzoni. Por el momento, sigue sin haber una confirmación absoluta sobre el motivo por el que se denominó, a esta joya egipcia, Abu Simbel.
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