¿Amante de lo paranormal? Estos son los sitios (y sus historias) que debes visitar en Valencia

Valencia es una ciudad sencillamente impresionante, la mires por donde la mires. Una de las cuestiones más increíbles es la cantidad de historias paranormales que esconde en sus calles y, sobre todo, las historias que existen. Es más que evidente que ninguna de ellas te dejará, de ninguna de las maneras, indiferente.

La Dama de Rosa

Hemos dicho que Valencia es una ciudad impresionante, pero también tiene magia. Y en esa magia cabe la posibilidad de que exista algún que otro fantasma como este. Es una de las leyendas negras más conocidas de la ciudad. Todo tiene lugar en la Consejería de Transparencia, ubicado en el Passeig de l'Albereda, 16. Este sitio fue, antiguamente, una clínica de maternidad. Este peculiar edificio es conocido como el “edificio de la cigüeña” puesto que en la fachada hay una estatua de este animal. Pero hay algo más y es que muchos son los trabajadores que han decidido no pasar una noche allí.

¿Por qué? Según dicen, por allí se encuentra el fantasma de la llamada Dama de Rosa. Según informes de la época, solamente fueron dos las mujeres que murieron allí. Una de ellas dio a luz a un niño que falleció a las pocas horas de que lo hiciera su madre. Desde entonces, dicen que por allí se encuentra una mujer con un peculiar camisón rosa y lazos en los hombros. Sigue buscando a ese hijo. Las alarmas suenan e, incluso, los teléfonos sin ningún motivo aparente. Un vigilante llegó a confesar que sintió cómo una fuerza sólida lo atravesó hasta en tres ocasiones.

Estatua de Jaume I

Esta prestigiosa estatua es una de las más conocidas de Valencia y esconde una peculiar historia oscura tras ella. Muchos son los rumores que dicen que el dueño del caballo que se utilizó como modelo para esta maravillosa escultura quiso esconder algo dentro de ella. La leyenda asegura que fue su sombrero, sin recordar que en él escondía todos y cada uno de los ahorros de su vida. Con lo cual, toda una pequeña fortuna podría estar escondida en esta estatua de Jaume I. ¡Casi nada!

Calle de las Brujas

En el conocido barrio de La Seu existe un pequeño callejón, actualmente conocido como Calle Angosta del Almudín, que guarda una historia espectacular relacionado con brujas. Ahora es un lugar muy tranquilo, pero no siempre ha sido así. Hasta 1862 no se pudo pasear por allí con total tranquilidad de noche. Y es que unas puertas en cada extremo cerraban, a cal y canto, por unas inquilinas que supuestamente allí se encontraban. No está del todo documentado, pero se decía que allí solían vivir brujas. ¿Cuál era su oficio? Elaborar pociones mágicas.

Lo más seguro es que viviese una curandera que trabajase mucho con hierbas y ungüentos. La superstición, a pesar de todo, se hizo presente en plena Edad Media. Y surgió el miedo entre la población. Se tuvo muchísimo respeto a esta calle, de eso no nos cabe la más mínima duda. ¡Y aún se sigue teniendo!

Duende de Esparto

Esta historia es tremendamente peculiar. Por el año 1915, en un edificio situado en la Plaza con el mismo nombre, empezaron a suceder una serie de hechos verdaderamente inexplicables. Se trata de una serie de ruidos que nadie sabía de donde venían. ¡Absolutamente nadie! La prensa se hizo eco de esto y miles de personas se agolparon en ese lugar. Querían, por todos los medios, ser protagonistas del acontecimiento y escuchar, en primera persona, esos ruidos de los que hablaban.

La Policía, por su parte, no tuvo más opción que registrar, por orden judicial, esta casa como “encantada”. Pero sin ningún tipo de resultado obtenido, por supuesto. A día de hoy, se sigue sin saber cómo empezaron ni qué fueron de esas voces. Lo que sí se le conoce es como el 'Duende de Esparto' y muchos expertos son los que le consideran como el “primer poltergeist español”. ¡Casi nada!

Las emparedadas de Valencia

Esto no es una leyenda, ni muchísimo menos. Esto es una historia real. ¡Sucedió! Y es que es un hecho que muchísimos religiosos creen, fervientemente, que el paso de la vida a la muerte es algo cuanto menos misterioso. De hecho, muchos son los que lo esperan con ansias, llegando al punto de obsesionarse muchísimo con el tema en cuestión.

Por ese mismo motivo, muchas son las mujeres que tomaron una decisión muy fuerte: Permanecer muertas en vida. Sí, ¡lo que lees! ¿Y qué hicieron? Pidieron, ya sea como penitencia o acto de devoción, ser literalmente emparedadas para dedicarse a rezar. Así pues, se encerraban en los exteriores de las iglesias. Concretamente en unas celdas tremendamente estrechas. Allí se les daba algo de limosna y comida. Este hecho es conocido como “voto de tinieblas”.

Se mantuvo hasta la Edad Media, sobre el siglo XVII. Existen una gran cantidad de testimonios en forma de escritos en las siguientes iglesias: San Esteban, San Andrés, San Lorenzo y Santa Catalina. Bien es cierto que en esta última desaparecieron muchos restos ya que tuvo lugar un complicado y peligroso fuego en 1584.