Los ayuntamientos costeros medirán el impacto medioambiental monitorizando sus playas

Es necesario tomar medidas más ecológicas debido al impacto medioambiental. Y es que el principal problema que tiene el ser humano ahora es el cambio climático y las consecuencias que está acarreando en nuestro planeta. Conforme van creciendo los usos que perjudican a la tierra, también crecen aquellas herramientas que tienen el objetivo de mitigar este problema.

En cuanto a esto, también existen una serie de medidas y de incluso rutas veraniegas dedicadas al ecologismo. Por ejemplo, hace unos días hablábamos deEl Choco Andino, un destino ideal para aquellos que estén preocupados por el medio ambiente y consideran que el mejor viaje que pueden hacer es apreciando la naturaleza. Por eso, es importante tener en cuenta que esta naturaleza hay que cuidarla.

Las playas, las lagunas y los lagos donde pasamos las vacaciones a veces sufren un impacto medioambiental enorme debido a la masificación de estos lugares. Por eso, desde los ayuntamientos costeros se ha llevado a cabo una medida para medir el total del daño que se produce en los lugares costeros debido a los residuos y la huella que dejan las personas que pasan sus vacaciones allí.

Las administraciones de los principales focos turísticos han monitorizado sus playas reforzándose con la tecnología necesaria que consiga, por ejemplo, controlar los aforos para mejorar el rendimiento que puedan ofrecer los servicios públicos y al mismo tiempo, permitir actuar en caso de emergencia medioambiental. Si hay mucho aforo, el daño medioambiental será mayor y por lo tanto esta monitorización sirve para actuar de manera rápida y eficaz contra esto.

Este método permite acceder de forma sencilla a todos los datos que se recojan de las playas en tiempo real y gestionarlos desde una consola principal o sistema central. Están comenzando a ser instalados en lugares como las playas de Mallorca o Galicia. En Barcelona, por ejemplo, se llevará a cabo esta motorización con drones. De esta forma, será mucho más rápido y sencillo tener un acceso inmediato a toda la información recogida y mejorar así la capacidad de reacción en caso de que pueda darse cualquier anomalía. En Gran Canaria se ha invertido un total de 500.000 euros en esta monitorización.

Lo único que se pretende con esto es minimizar la contaminación que cada año acumulan las playas de nuestro país. No se puede evitar pero sí reducir y por tanto es importante aprovechar los mecanismos tecnológicos que resten porcentaje de impacto.

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