Letonia
Casa de los Gatos de Riga, Letonia: Esta es la historia que se esconde
En Riga podrás encontrar la conocida Casa de los Gatos, una de las más visitadas de la ciudad. Pero, ¿sabes la historia que se esconde tras ella? Estamos seguros de que te sorprenderá.
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Riga, capital de Letonia, se ha convertido en el auténtico hogar de la Casa de los Gatos. Esto viene dado por las espectaculares esculturas de gatos que se encuentran sobre un mítico edificio de la ciudad. Se trata de uno de los monumentos más visitados año tras año, pero lo que pocos conocen es la historia que se esconde tras esta Casa.
Todo comienza por un expreso deseo de venganza de un hombre sobre sus enemigos. Hace muchísimos años que, si vivías en la capital de Letonia y estabas involucrado en diversos negocios, tenías todas las papeletas para formar parte del Gran Gremio. Era un grupo de lo más exclusivo, por supuesto.
Solamente podías pertenecer a él si eras invitado a uno de sus grandes recintos. Un conocido hombre de negocios se indignó muchísimo cuando no fue admitido para formar parte de este Gran Gremio. Por ese mismo motivo, decidió no quedarse de brazos cruzados. Llevó a cabo una de las venganzas más sorprendentes y peculiares que se recuerdan.
Este hombre quiso hacerse con el edificio que se encontraba justo frente al del Gran Gemio. Entonces, mandó construir dos preciosas esculturas de gatos negros para ser colocados en la azotea de su nueva adquisición. ¡Pero no todo queda ahí! Ordenó que fueran colocados de espaldas a la agrupación, a modo de rechazo hacia ellos.
Parece una simple venganza, ¿verdad? Lo que hay que tener en cuenta es que, en aquella época, dos gatos negros dando la espalda a los directores del Gran Gremio era un auténtico desafío para ellos. Un gesto desagradable que, por supuesto, no podía quedar impune. ¡La reacción de la conocida agrupación no tardó en llegar! Llegó una larga e importante batalla legal, que terminó ganando el dueño de los gatos.
Poco después, se llegó a un acuerdo: Pasaría a formar parte del Gran Gremio si cambiaba a los gatos negros de posición para que dejara de darles la espalda. Lo que es un hecho es que el resultado de esta propuesta, así como el nombre del hombre han quedado perdidas en la historia. A pesar de todo, esta pequeña venganza sirvió para que la Casa de los Gatos se convirtiera en uno de los grandes puntos turísticos de la ciudad de Riga, capital de Letonia.
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