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Castillo de Portillo: ¿sabías que don Álvaro de Luna estuvo preso aquí antes de ser ajusticiado?
Viajamos a la provincia de Valladolid para conocer la historia de una de las fortalezas más espectaculares: el Castillo de Portillo.
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Ponemos rumbo a la provincia de Valladolid para conocer la historia que esconde una de sus fortalezas más espectaculares. Estamos hablando, cómo no, del Castillo de Portillo. Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que ya se le menciona en las diversas incursiones árabes que se llevaron a cabo en el Reino de Castilla, allá por el siglo X.
Pero, a pesar de todo, es importante saber que la distribución que actualmente presenta este Castillo de Portillo quedó reflejado en el siglo XIV y que, a principios del siglo XV, era una construcción de estilo gótico que estaba en manos de una de las familias más poderosas de la época: los Sandoval.
Un año a destacar es 1429. Esta fortaleza, que pertenecía a Diego Gómez de Sandoval, fue confiscada por el Rey Juan II de Castilla. Años más tarde, concretamente a mediados de septiembre de 1438, el monarca se la entrega a Ruy Díaz de Mendoza pero, entre 1448 y 1452, este Castillo pertenece a don Álvaro de Luna.
A finales de octubre de 1464, Juan Pacheco se hace cargo de esta edificación, a modo de tutor del príncipe. Y es una pertenencia que conserva hasta principios de 1474, cuando muere. A pesar de todo, a mediados de mayo de 1466, el rey Enrique IV se lo había cedido, oficialmente, a Rodrigo Alfonso de Pimentel.
Desde ese preciso instante, hasta bien entrado el siglo XIX, el Castillo de Portillo pertenece a la prestigiosa familia Pimentel. En cuanto a características, esta fortaleza está formada por dos recintos defensivos que están perfectamente separados por un pasillo de, aproximadamente, 5 metros. En tres lados de ese imponente recinto se abren tres puertas defensivas con sus correspondientes torreones.
Destaca, como no podía ser de otra forma, la Torre del Homenaje, que consta de 13 metros de lado por 3 metros de espesor. Cabe destacar que existían dos pisos más de madera, que ahora han desaparecido. En esta Torre encontramos un escudo de armas, que unos aseguran que es de Enrique IV mientras que, otros, que pertenece a la familia Sandoval.
Si hay algo que caracteriza a esta fortaleza, sin lugar a dudas, es la cantidad de prisioneros de Estado que han estado allí. Uno de los más célebres es Juan II, que estuvo retenido en el año 1444 por los enemigos de don Álvaro de Luna, y que logró escapar tras sobornar a un guardián.
Pero el más conocido preso, sin duda alguna, fue el propio Álvaro de Luna, que fue prendido por orden de Juan II y trasladado desde Burgos a Portillo. Durante dos meses permaneció en el castillo para ser llevado a Valladolid. En junio de 1453, según algunos historiadores, fue decapitado en la Plaza Mayor de esta ciudad.
En 1945, don Pío del Río Hortega, histólogo, decidió donar el Castillo a la Universidad de Valladolid. Ellos son los propietarios en la actualidad. A pesar de todo, es importante saber que la Asociación Amigos de los Castillos de Portillo se encarga de su gestión.
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