SANTIAGO DE COMPOSTELA
La Catedral de Santiago vista desde su tejado
Ver Santiago de Compostela desde las cubiertas de la Catedral ¿lo imaginas?
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Tanto si llegas a la Plaza del Obradoiro tras recorrer el Camino de Santiago como si lo haces en una escapada que tiene la capital de Galicia como destino, no podrás evitar maravillarte ante la fachada de este espectacular templo y esa impresión inolvidable no se atenuará según vayas recorriendo el templo, más bien al contrario; el Pórtico de la Gloria de dejará sin palabras, también el botafumeiro y si tienes la fortuna de verlo volar y por supuesto el Santo en su caballo blanco, su sepulcro... pero ¿sabías que también se pueden visitar las cubiertas de la Catedral y descubrir así esta maravilla arquitectónica desde su tejado?.
El acceso a las cubiertas de la Catedral se reliza desde el Palacio de Gelmírez, una edificación románica con añadidos góticos, renacentitas y barrocos que pasa por ser una de las principales construcciones civiles del románico en España; recorrerás la Sala de Armas, los establos y el zaguán al que llegaban, en el S.XIII, tanto el arzobispo como los caballeros que lo visitaban; también podrás recorrer la cocina y el por supuesto el gran Salón Sinodal que era la sala de audiencias del palacio (no dejes de mirar al techo para descubrir la bóveda de crucería de 32 metros de longitud que cubre esta sala).
A continuación subirás las escaleras estrechas de la torre y antes de que te des cuenta estará sobre las cubiertas de la Catedral y podrás recorrerlas; salvo que tu vértigo sea de escándalo soportarás bien la visita (puedo dar fe de ello...), el único riesgo que correrás será el de sufrir el síndrome de Stendahl porque estarás a 300 metros de altitud, 30 metros por encima de la Plaza del Obradoiro, con las torres, cúpulas y pináculos de la Catedral casi al alcance de tus manos y unas imponentes vistas de 360 grados sobre la ciudad de Santiago de Compostela.
Cuando llegues a Santiago de Compostela y te dispongas a visitar la Catedral, recuerda que no solo deberás recorrerla por dentro y por fuera, disfrutando de sus fachadas desde las diferentes plazas que la rodean y de su museo, también podrás hacerlo desde arriba, desde su tejado, tras recorrer el Palacio de Gelmírez y antes de acercarte al Hostal de los Reyes Católicos, hoy Parador de Turismo, y calmar en sus patios tus emociones inquietas tras descubrir tanta belleza.
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