Las celebraciones de Fin de Año más curiosas del mundo

Estamos acostumbrados a nuestra copiosa cena en familia o con amigos, a las 12 uvas coincidiendo con las 12 campanadas a medianoche y a pasar el resto de la madrugada de fiesta, pero Fin de Año no se celebra de la misma manera en todo el planeta. Hay lugares en los que se opta por una comida típica que da suerte, como es el caso de nuestras uvas, y otros en los que se deben realizar diferentes acciones para que el año siguiente esté repleto de buenos momentos y de alegrías. Cada país es un mundo completamente diferente.

Nosotros hemos querido rescatar las celebraciones más curiosas de nuestro planeta para que decidas si quieres quedarte en España a celebrar el paso de un año a otro o si, por el contrario, aún estás a tiempo de viajar y disfrutar de tradiciones completamente diferentes a las nuestras. Es una experiencia inmejorable y una manera única de dejar atrás 365 días y dar paso a una nueva etapa en tu vida.

Copenhague y sus vajillas

En Dinamarca también celebran el paso al nuevo año, como es evidente, pero lo hacen de una manera completamente diferente a nosotros. Para empezar, durante las campanadas, a las 12 de la noche, se suben encima de una silla y saltan de ella, un acto que simboliza el cambio de un año a otro. Pero esto no es todo. Para ahuyentar las malas vibraciones, es tradición coger elementos de la vajilla, como platos, y tirarlos al suelo, haciéndolos añicos. Perfecto para olvidarse del estrés.

Argentina se olvida del rojo

En España es tradición utilizar rompa interior nueva y de color rojo durante la noche del 31 de diciembre. Según aseguran, esto garantiza a la persona que la lleva que tendrá un próspero año nuevo. En Argentina cuentan con una tradición similar, con la diferencia de que en este caso el rojo no es el color elegido para la ropa íntima, sino que es el rosa. Si tienes pensado pasar allí la Nochevieja, ¡no te olvides de este detalle!

En Alemania predecimos el futuro

En la Nochevieja alemana podemos disfrutar de ricos manjares y de increíbles fuegos artificiales, entre los que destacan los que podemos contemplar en la Puerta de Brandenburgo de Berlín, pero la gran tradición que tiene lugar en el cambio del año es el Bleigießen. En la noche del 31 de diciembre, los alemanes tratan de adivinar su futuro para el siguiente año, derritiendo una serie de figuritas de plomo y vertiendo el líquido resultante en un recipiente con agua. Dependiendo de la forma que adquiera, el siguiente año será para ellos de una manera o de otra.

Fuego en Escocia

La tradición escocesa reúne gran parte de su historia y se ha mantenido sin alteraciones. Conocida como Hogmanay, en esta celebración para entrar en el nuevo año el fuego es el protagonista indiscutible. Los escoceses salen a las calles con antorchas, encienden hogueras y todo lo que se te pueda ocurrir relacionado con este elemento, para de esta manera borrar de un plumazo todas las malas vibraciones.

Brasil, flores y pureza

Estamos acostumbrados a contemplar en televisión las grandes fiestas que se organizan en Brasil para recibir el nuevo año, pero no todo son bailes. En la noche del 31 de diciembre, los brasileños se visten de blanco inmaculado y se reúnen en las playas, donde celebran hasta las 12 de la noche, hora en la que lanzan una serie de barcas repletas de flores, entre otras ofrendas, para que la diosa protectora del mar les dé suerte en los siguientes 365 días.