La ciudad medieval amurallada de Francia que está rodeada por una laguna rosa

En muchas ocasiones te hemos hablado de pueblos amurallados de España, pero lo cierto es que ahora hemos viajado hasta el país vecino para hablarte de Aigues-Mortes.

Está situado en la frontera con la Camarga, aunque técnicamente está en Occitania, y está completamente amurallado y perfectamente conservado. A diferencia del clásico pueblo fortificado occitano aferrado a las rocas, este pueblo es llano, rodeado de marismas y pantanos.

La principal característica de Aigues-Mortes son sus imponentes murallas medievales, pero también es famosa por los Salinas du Midi, que atraen a muchos turistas durante las vacaciones de verano.

Las salinas de Aigues-Mortes

Alrededor del pueblo fortificado se elevan montañas de sal y son de color rosa, este color procede del alga Dunaliella. Además, son hogar de 200 especies de aves, incluidos los flamencos, y 208 especies de plantas.

Según la web Francia Turismo, la producción de sal en Aiges-Mortes se remonta a la antigüedad, aunque las famosas salinas no vieron la luz hasta finales del siglo XVII.

En la actualidad, sólo una docena de productores siguen supervisando el proceso de formación de la sal en las cuencas y recogen, manualmente, una media de 300.000 toneladas cada mes agosto.

Las murallas de Aigues-Mortes

Las murallas de este pueblo medieval fueron construidas en 1240 por Louis IX, tienen 1,6 kilómetros de longitud y son totalmente transitables a pie. Uno de sus principales atractivos es la Torre de Costanza, que fue construida en el siglo VIII en lugar de la torre de Matafère a instacias e Carlomagno. Tiene más de 30 metros de altura y está unida a los muros por un pequeño puente.

Dentro de las murallas, tampoco te puedes perder la Plaza de Saint-Louis, la Iglesia de Notre Dame des Sablons o la Capilla de los Penitentes Grises.

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