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Confirman la presencia de una microalga "potencialmente tóxica" en la bahía de La Concha de San Sebastián: "No significa que el baño sea peligroso"

Una investigación ha confirmado la presencia de una microalga "potencialmente tóxica" en la bahía de La Concha de San Sebastián, aunque su "alta presencia no significa que el baño sea peligroso".

Bahía de La Concha de San Sebastián

Bahía de La Concha de San SebastiánEFE/Juan Herrero

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Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) ha confirmado la presencia de una microalga "potencialmente tóxica" en la bahía de La Concha de San Sebastián, aunque asegura que su proliferación "no es razón de alarma" y que su "alta presencia no significa que el baño sea peligroso".

Se trata del alga ostreopsis cuya situación en la bahía donostiarra ha sido analizada por el grupo de Ecología Fluvial de la UPV-EHU, que ha concluido que estos microorganismos crecen con mayor abundancia en aguas de la zona de la playa de Ondarreta que en la de La Concha, porque el fondo rocoso con microalgas favorece su floración.

Playa de La Concha, en San Sebastián
Playa de La Concha, en San Sebastián | iStock

Los investigadores señalan que, aunque algunas especies de estas microalgas pueden resultar tóxicas para las personas, su alta presencia no significa que el baño sea peligroso, aunque sí recomiendan seguir con las mediciones, según ha informado este viernes la UPV-EHU en un comunicado.

La ostreopsis es un alga microscópica que vive en aguas poco profundas. Algunas de sus especies son tóxicas y pueden causar síntomas como tos, fiebre, irritaciones de la piel o incluso problemas respiratorios leves.

Aunque su origen es tropical, el calentamiento de los océanos ha convertido zonas como la costa vasca en hábitats adecuados para su crecimiento.

En el Golfo de Bizkaia se detectó por primera vez en 2007 y entonces su presencia era esporádica, pero hoy en día es habitual que estas microalgas florezcan masivamente en el litoral vasco durante el verano.

Pese a que no tienen por qué generar problemas, en 2020 se registraron los primeros casos de intoxicación en el País Vasco francés y, un año después, en San Sebastián, recuerda la fuente.

Playa de la Concha, en San Sebastián
Playa de la Concha, en San Sebastián | iStock

En este contexto, un equipo del laboratorio de fitoplancton de la Universidad del País Vasco ha desarrollado un estudio sobre la proliferación de la ostreopsis en la bahía de La Concha.

En concreto, ha analizado su presencia en dos puntos: en el oeste de Ondarreta y en el este de La Concha con el fin de conocer su desarrollo en ambos puntos y detectar los factores responsables de que "esta microalga haya crecido tanto en San Sebastián", según explica el investigador Yago Laurenns.

El estudio ha revelado que la ostreopsis abunda más en Ondarreta y sus autores han concluido que se debe al tipo de sustrato, que es lo que diferencia a ambos puntos que, por lo demás, son bastante similares en cuanto a temperatura, corriente, viento y salinidad.

"Lo que los distingue es el sustrato: el fondo de Ondarreta está completamente cubierto por rocas de diferentes tamaños donde hay una gran cantidad de macroalgas, que son uno de los lugares favoritos de la ostreopsis para crecer", ha subrayado el investigador.

Ha explicado que, en cambio, prácticamente todo el fondo de La Concha es arena; hay pocas rocas y macroalgas con lo que el sustrato no es tan favorable para el desarrollo de la microalga.

Laurenns Balparda ha recalcado que el hecho de que esta microalga abunde en la costa no significa que el baño en esas playas sea siempre peligroso.

De hecho, a pesar de que las muestras recogidas en los veranos de 2022 y 2023 indiquen una presencia masiva de la ostreopsis en la bahía de La Concha, durante esos años no se registraron casos de intoxicación en las playas donostiarras, ha recordado.

Además de corroborar la importancia del tipo de sustrato como factor determinante para favorecer el crecimiento masivo de la ostreopsis, la investigación de la Universidad del País Vasco ha servido para confirmar que, de las trece especies que existen, la tóxica ovata sí que está presente en la bahía de La Concha.

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