Conoce Oodi, la biblioteca más futurista del mundo

Se llama Oodi y ha nacido el pasado 5 de diciembre. Finlandia es uno de los países que cuenta con mayor tasa de alfabetización entre su población y por ello ha vuelto a apostar por la educación con esta maravillosa biblioteca, en la que ha tenido que invertir 98 millones de euros para dar lo mejor a sus ciudadanos. Está diseñada por ALA Architects y ubicada en la Plaza Kansalaistori, justamente en frente del Parlamento.

Es un edificio de 17.000 metros cuadrados, concebido como una “oda” a la cultura, la libertad de expresión y la igualdad. Así surgió su nombre, por medio de una votación entre todos los ciudadanos que podían participar. Es mucho más que un lugar de lectura puesto que se estima que recibirá unos 5.000 visitantes al día, lo que será un total de 1 millón y medio al año. Podemos encontrar salas de lectura y silencio, espacios para niños y lugares donde se prevé realizar eventos y conferencias. Hay hueco para cualquiera y todo está preparado puesto que cuenta con una zona libre de columnas para dar visibilidad y facilitar el acceso a cualquier persona.

Se encuentra dividida en tres plantas. La más baja es la biblioteca que cuenta también con un auditorio y una zona de exposición, además de cafetería y restaurante. El piso intermedio está destinado a proporcionar un aprendizaje por medio de talleres y exposiciones utilizando la tecnología 3D más nueva del mercado. Aquí se podrán incluso imprimir objetos que previamente has realizado con esta tecnología. Por último, el tercer piso está destinado a ser un área tranquila que cuenta con unas vistas panorámicas de Helsinki.

Debemos destacar dos cosas más: por un lado, su compromiso con el medio ambiente habiendo sido construido a partir del conocimiento previo del lugar donde se sitúa; por otro lado, los más de 100.000 volúmenes de libros que nos encontramos en su interior, además de la posibilidad de acceder a los 4 millones que se encuentran en la red metropolitana de bibliotecas. No podemos olvidarnos de otra importante innovación que es el uso de tres “robots bibliotecarios”, los cuales son como carritos de conducción automática que se transportan a la sección de donde pertenecen los libros para efectuar su devolución. Cuando llegan a ella, son los bibliotecarios los que los colocan, pero hay que decir que les facilitan el trabajo.