¿Cuál es la historia tras la celebración del Oktoberfest?

Desafortunadamente este año no ha podido ser posible celebrar esta fiesta con siglos de tradición debido a la pandemia de Covid-19. No obstante, vamos a rendirle tributo ahondando en su historia.

Comenzando por lo básico, Oktoberfest en alemán significa “fiesta de octubre”, tal cual. Pero lo cierto es que se suele celebrar entre los meses de septiembre y octubre, y las fechas varían cada año. Comienza el primer sábado después del 15 de septiembre.

La ciudad en la que se originó fue Múnich, perteneciente a la región de Baviera, y cuenta con más de dos siglos de historia. Es una de las fiestas populares más importantes de Alemania, ya que atrae turismo de todas partes del mundo, y sobre todo, amantes de la cerveza. Y se celebra en un espacio verde situado junto a la muralla conocido como Theresienwiese o “prado de Teresa”, para los que no hablamos alemán.

El primer Oktoberfest tuvo lugar en el año 1810, entre el 12 y el 17 de octubre, como celebración de la boda entre el príncipe Luis I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. Sin embargo, esta primera celebración tuvo como evento principal una carrera de caballos, algo mucho más adecuado para una boda de ese calibre.

Fue tal el éxito de ese primer festejo, los habitantes de Múnich decidieron seguir organizando el festival, ya sin boda de por medio. Y adelantar las fechas a finales de septiembre para así aprovechar el buen tiempo de los primeros días del otoño. En la actualidad el Oktoberfest termina el primer domingo de octubre.

La historia de este festival también tiene capítulos un poco más tristes, pues durante la Primera Guerra Mundial, no pudo celebrarse. En 1919 y 1920 pasa a llamarse «festival de otoño» (Herbstfest). En los siguientes años de la década de los años 20, a causa de la inflación que surfía Alemania, volvieron a verse obligados a cancelar la celebración del Oktoberfest.

Y entre unas cosas y otras, llegó la Segunda Guerra Mundial y de 1939 a 1945 la ciudad de Múnich no estaba en el mejor momento para organizar un festival. Además, tampoco había mucho que celebrar.

Ya en la segunda mitad del siglo XX los bávaros consiguieron volver a reunirse y brindar con cerveza en este festival de otoño. No obstante, dadas las restricciones al alcohol que se dieron en muchos países, la cerveza usada en el Oktoberfest no alcanzaba lo un contenido alcohólico del 2%. Podría decirse que durante la posguerra brindaron con “cerveza sin”.

Hoy en día esta fiesta de la cerveza y del otoño congrega a millones de personas en Múnich y en Theresienwiese. Aunque este año no haya sido posible celebrarlo, el año que viene volverán a levantar sus jarras rebosantes de cerveza.