El desconocido pueblo de Asturias entre montañas y con impresionantes rutas de senderismo

Si hay un lugar ideal en el que poder desconectar, relajarse y disfrutar de la naturaleza, ese es Asturias. Una región que ofrece turismo rural, de montaña y, por supuesto, gastronómico. Hoy os queremos hacer especial mención a un pueblo asturiano que reúne todos esos factores y que se encuentra rodeado de verdes campos y colinas. Se trata de una opción perfecta para viajar estos meses en los que ya comienza el calor y nos permite disfrutar de rutas senderistas y paseos por la naturaleza.

Se trata de Abiegos, un pueblo de alrededor de 30 habitantes y que se sitúa en el valle del río Ponga. Su encanto reside en su pintoresca imagen de casitas con tejados rojos y calles adoquinadas, y su localización entre montañas. Por ello, uno de los planes que no te puedes perder si visitas esta aldea son sus rutas de senderismo por todo su entorno natural. Además, podrás encontrar opciones para todos los niveles y todas las edades.

Abiegos se localiza en el Parque Natural de Redes, en el que destaca en especial el Pico Tiatordos, de 1.951 metros. Este se trata de una opción ideal para los más aventureros y que se arriesguen a ascender hasta su cima, aunque advertimos de que se trata de una ruta bastante complicada. Sin embargo, también existen otras opciones más sencillas, como la Ruta del Valle de Ponga PR.AS-213, con una duración de aproximadamente tres horas y media, y que te llevará a otros pueblos como San Juan de Beleño y Sobrefoz. Y también la opción de pasear por el camino de Abiegos a Tanda, con una longitud de 6 kilómetros y un desnivel de 200 metros.

Sin embargo, también deberás recorrer las calles del pueblo y descubrir sus maravillosas construcciones y edificios. Uno de los más importantes es la Iglesia de San Lorenzo, perteneciente al siglo XVIII. Un dato muy curioso sobre ella es que fue destruida durante la guerra civil y fueron los propios vecinos de Abiegos quienes consiguieron restaurarla hasta conseguir el aspecto que tiene hoy en día.

Otra de las visitas obligadas de este pueblo es la Casa de la Merreguera. Se trata de una casona del siglo XVII con un llamativo aspecto con tejado a cuatro aguas, una entrada de arco y un bonito balcón de madera. Y, por otro lado, también destaca la conocida como peña El Castiellu, una antigua población celta convertida hoy en mirador, desde el que poder contemplar las maravillosas vistas del valle y las laderas del Tiatordos.

El pueblo con casas blancas y aguas cristalinas que es conocido como "la pequeña Mykonos" de Andalucía