PLAYAS
Descubre la curiosa playa de Portugal que cuenta con numerosos molinos en la arena
Viajamos hasta Portugal para conocer una de las playas más sorprendentes y curiosas del país. ¡Hay molinos en la arena!
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Portugal, uno de los destinos más sorprendentes que podemos encontrar a la hora de planificar nuestras vacaciones. Es un país con impresionantes ciudades, paisajes mágicos y costas de ensueño. ¡Hay playas verdaderamente impresionantes!
Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como la Playa de Apúlia, ubicada entre Esposende y Póvoa de Varzim. Entre sus numerosas peculiaridades, porque tiene muchas, hay una que llama poderosamente la atención. Y es que está repleta de molinos de viento, que nos recuerdan a los de Castilla-La Mancha, que fueron construidos en este lugar utilizando como materiales el esquisto y el gratino. A pesar de los años, no han desaparecido de esa playa y, en la actualidad, se han convertido en uno de los grandes atractivos turísticos.
Tenemos que tener en cuenta que esta zona no solamente era conocida por sus aguas y vistas panorámicas, sino por esos molinos que fueron construidos por un cometido puesto que allí había un gran número de campos de maíz. De ahí que, antiguamente, esas construcciones fueran utilizadas para moler el grano aprovechando, de lleno, la fuerza de los vientos del Océano Atlántico. En la actualidad, lejos de derrumbarlos, esos molinos se han convertido en un alojamiento verdaderamente curioso y de ensueño para visitantes.
La Playa de Apúlia está situada en un lugar verdaderamente espectacular como es el litoral de Esposende, en el Parque Natural del Litoral Norte. Cada vez son más las personas que eligen este lugar como destino de vacaciones, no solamente por su peculiaridad en cuanto a los molinos se refiere, sino también por tener una impresionante belleza natural, así como una latente tradición marítima. ¡A este destino no le falta detalle! Pero no todo queda ahí, puesto que esta zona portuguesa fue habitada, antiguamente, por los romanos. El paso del tiempo hizo que pasase a convertirse en un destacado centro agrícola y, a su vez, en un destino para disfrutar del sol y la playa. Además, la alta concentración de yodo hace que sea aún más atractivo para los turistas.
Con estos factores, no es difícil llegar a la conclusión que, desde que hay datos, la economía de esta zona se basó en la sal, la pesca y, como no, la explotación del sargazo que era utilizado como fertilizante. Por ese mismo motivo, se puede decir que este lugar cuenta con un encanto especial por numerosas razones.
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