Descubre Europa a través de sus tradiciones navideñas

Italia

El día de Nochevieja los italianos comen lentejas en familia. Es su manera de desear suerte y riqueza para el año venidero, y se remonta a la Roma Antigua. Los romanos, hace siglos, regalaban por estas fechas un pequeño bolso de cuero para atarlo a la cintura, y que estaba lleno de lentejas. Las lentejas por su forma se asemejan a las monedas. Y los niños reciben sus regalos de la bruja Befana, un personaje del folclore italiano que ayudó a los Reyes Magos a llegar a Belén.

Alemania

Alemania es el país de los mercados navideños por excelencia. Este año no se van a poder celebrar, y no veremos esas estampas pintorescas con puestos de vino caliente y artesanías. Otra de las tradiciones más arraigadas son las coronas de Adviento. Las decoran con velas y marcan los días que faltan para la noche del 24. Mercados navideños.

Países Bajos y Bélgica

Estos dos países comparten muchas tradiciones, una de ellas es SinterKlass, que va desde Madrid en Barco hasta las ciudades flamencas y holandesas. Lleva un cargamento de mandarinas y regalos. Ellos también dejan un zapato junto al árbol de Navidad, la noche del 5 al 6 de diciembre. Entonces los niños se levantan y tienen sus regalos, mandarinas, galletas de jengibre y mucho chocolate. Esta tradición no está exenta de polémica, en cuanto al ayudante africano del santo, Zwarte Pieter.

Bulgaria

Este país de los Balcanes tiene una forma muy peculiar de celebrar el nacimiento del niño Jesús. Dejan la comida que les ha sobrado de la cena de Nochebuena sobre, para que sus antepasados vengan y puedan darse el festín durante toda la noche. Además, tiene que haber un número impar de platos y de personas sentados a la mesa. Es muy habitual comer nueces, si te toca una buena nuez quiere decir que ¡tendrás un fantástico año!

Rusia

Al igual que en Bulgaria, en Rusia siguen la iglesia ortodoxa. Aquí en la cena de Nochebuena se ponen doce platos sobre la mesa, uno por apóstol. Se suelen acompañar estas comidas con Pagach o pan de Navidad, puré con miel y semillas de amapola, frutas frescas… Las nueces vuelven a tener un importante significado en el gigante europeo.