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El destino con playas paradisíacas que no estará tan masificado si has dejado las vacaciones para septiembre

A medida que el verano se despide y las multitudes regresan a sus rutinas, un rincón muy especial del Mediterráneo despliega su magia más auténtica en septiembre. Si estás buscando un destino que combine playa, naturaleza y tradición, este mes es perfecto para visitarlo ¿Te animas a descubrir de cuál hablamos?

Macarella (Menorca)

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Septiembre es el mes perfecto para aquellos que buscan escapar de las multitudes sin renunciar a un clima envidiable. Este periodo es ideal para disfrutar de destinos que en plena temporada alta pueden resultar abrumadores. Hace un tiempo ya te contamos por qué septiembre era uno de los mejores meses para visitar Islandia, y hoy te traemos otro destino ideal para este próximo mes, aunque este se encuentra un poco más cerca.

Menorca, una joya del archipiélago balear, se esconde entre las famosas islas de Ibiza y Mallorca, pero que también tiene mucho que ofrecer. Este paraíso mediterráneo, conocido por sus impresionantes calas de aguas turquesas y sus paisajes vírgenes, se transforma en un refugio de paz durante el mes de septiembre. La isla, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es ideal para quienes buscan una conexión auténtica con la naturaleza, el mar y la cultura local.

A diferencia de sus vecinas más masificadas, Menorca mantiene un ritmo más pausado, perfecto para explorar sin prisas. El clima se mantiene templado, con temperaturas que rondan los 25°C, lo que permite disfrutar de las playas sin el agobio del calor veraniego.

Las mejores calas de Menorca

Las calas de Menorca son conocidas en todo el mundo por sus aguas turquesas y sus arenas blancas. Aquí te presentamos algunas de las que no puedes perderte durante tu visita:

  • Cala Macarella y Cala Macarelleta: Consideradas dos de las calas más icónicas de la isla, situadas en el sur, ofrecen un espectáculo de aguas cristalinas rodeadas de altos acantilados. En agosto, estas playas están repletas, pero en septiembre, puedes disfrutar de estos paraísos naturales casi para ti solo.
  • Cala Mitjana y Cala Mitjaneta: Ubicadas también en el sur de la isla, estas calas son perfectas para aquellos que buscan tranquilidad en un entorno natural impresionante. Cala Mitjana, con su arena fina y aguas poco profundas, es ideal para familias. Por su parte, a la Cala Mitjaneta, más pequeña, se llega tras un corto paseo desde Mitjana.
  • Cala Pregonda: En el norte de la isla, Cala Pregonda ofrece un paisaje completamente diferente. Sus arenas rojizas y su entorno casi lunar contrastan con el resto de las calas de Menorca.
  • Cala Escorxada y Cala Fustam: Dos calas menos conocidas y más difíciles de acceder, situadas en la costa sur. Para llegar a ellas, es necesario caminar por senderos que atraviesan bosques de pinos y paisajes vírgenes, pero la recompensa es total.

Menorca no es solo playa. En septiembre, la isla ofrece la oportunidad de explorar su riqueza cultural. El encanto de Mahón y Ciudadela, con su arquitectura histórica, invita a ser descubierta durante tus viajes. Además, este mes es perfecto para adentrarse en el Camí de Cavalls, el sendero que rodea la isla, y disfrutar de caminatas o rutas en bicicleta a través de paisajes espectaculares.

Los atardeceres más espectaculares de Menorca

Uno de los momentos más mágicos en Menorca es cuando el sol se hunde en el horizonte, tiñendo el cielo y el mar de tonos dorados y rosados. Punta Nati situado cerca de Ciudadela, ofrece vistas privilegiadas del mar Mediterráneo, convirtiéndolo en un lugar para disfrutar del atardecer. También en la costa norte encontramos Cala Morell que, desde las terrazas naturales de roca, puedes disfrutar de un atardecer inolvidable.

Por último, no puede faltar el punto más alto de Menorca, Monte Toro, que, no solo ofrece vistas panorámicas de toda la isla, sino que también es un lugar impresionante desde donde ver el sol ponerse.

La gastronomía en Menorca

Los amantes de la gastronomía también encontrarán en Menorca un festín de sabores. No puedes irte sin saborear la caldereta de langosta, uno de los platos más emblemáticos de la isla, en restaurantes con vistas al mar. Además, el vino y el queso menorquín, productos con denominación de origen, completan la experiencia culinaria perfecta para los que buscan degustar lo auténtico.

Para los más golosos, la repostería menorquina ofrece delicias como las ensaimadas, que en Menorca tienen un toque único, y los pastissets, unas galletas en forma de flor con un suave toque de anís y limón.

Con todos estos detalles esperamos haberte convencido de que Menorca es el verdadero paraíso que debes descubrir y visitar si viajas en septiembre. ¡No te lo pierdas!

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