TE LO CONTAMOS

La dueña de la famosa casa de Sexo en Nueva York, harta: su drástica medida para espantar turistas

La propietaria de la famosa casa de Carrie en la serie Sexo en Nueva York está harta de que sea un "destino turístico global" y ha tenido que tomar una drástica medida para espantar a los turistas de las escaleras de su hogar.

La casa de Carrie en Sexo en Nueva York

Publicidad

En Estados Unidos es muy popular visitar las casas donde se han rodado algunas de las películas y series más famosas e incluso a veces construyen replicas, como es el caso de la casa de la muñeca Polly Pocket.

Sin embargo, a veces el exceso de turismo tiene sus consecuencias. La propietaria de la casa clásica de Nueva York que pertenece a Carrie Bradshaw en la icónica serie Sexo en Nueva York se ha declarado harta de que su vivienda sea un "destino turístico global" desde hace casi 30 años, y proyecta obstaculizar la entrada con una verja metálica para recuperar su "calidad de vida".

La casa de Carrie en Sexo en Nueva York
La casa de Carrie en Sexo en Nueva York | EFE/ Ángel Colmenares

La casa de cuatro pisos que se alza en el número 66 de Perry Street se parece a muchas otras del West Village, pero la legión de fans de la serie es capaz de distinguir la escalinata de su entrada, por la que Carrie subió tantas veces con sus tacones Manolo Blahnik, y sigue acudiendo a admirarla.

"A cualquier hora del día o la noche, hay grupos de visitantes frente a la casa tomando fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en redes sociales, haciendo videos de TikTok o simplemente celebrando el momento", explicó la dueña en una carta sin firmar a las autoridades de conservación.

Las pruebas de su hastío son una cadena al pie de la escalinata que restringe el paso a la "propiedad privada" y varios carteles disuasorios que piden no hacer ruido, no subir por los peldaños, y hasta uno que sugiere a quienes se hagan un 'selfie' que donen luego dinero a refugios de animales.

La casa de Carrie en Sexo en Nueva York
La casa de Carrie en Sexo en Nueva York | EFE/ Ángel Colmenares

La cadena, dice la carta, ya no es suficiente, pues muchos visitantes "la saltan y posan, bailan o se tumban en las escaleras, suben arriba para mirar por las ventanas del salón, intentan abrir la puerta principal, o cuando están borrachos de noche, llaman al timbre", e incluso vandalizan el lugar con pintadas o muescas.

La dueña se presentó en una audiencia pública de la Comisión de Conservación de Monumentos ayer y se identificó como Barbara Lorber, propietaria del edificio desde 1978, y con voz pesarosa reclamó una "protección" que ha pospuesto "décadas": "Hay un interés interminable en mi célebre escalinata", lamentó.

Una verja para recuperar calidad de vida

Sexo en Nueva York, que se estrenó en 1998, ha vuelto a ponerse de moda gracias a una nueva serie creada en 2021, And just like that, que sigue las vidas de las protagonistas en la madurez y, más allá de servir de epílogo, ha atraído a una generación que no había nacido cuando se estrenó la saga.

Lorber, que señaló que en el edificio viven tres familias, obtuvo permiso para instalar una verja que espera que devuelva "calidad de vida" a sus inquilinos, e incluso contó con el apoyo de su vecina de enfrente, quien denunció haber recibido amenazas al llamar la atención a los turistas.

La casa de Carrie en Sexo en Nueva York
La casa de Carrie en Sexo en Nueva York | EFE/ Ángel Colmenares

La calle Perry, una parada obligatoria en muchos tours, suele estar llena de turistas cuando hace buen tiempo, y ni siquiera las gélidas temperaturas de enero detienen a algunos, que se muestran comprensivos con la nueva protección de este edificio construido en 1866.

"Creo que es mejor para las fotos y videos, para ella y su privacidad, y (la verja) será mejor que la cadena porque todas las casas por aquí las tienen", dice una "fanática" venida de Texas, Angela Guerra, que dice que "tenía que ver" la casa de Carrie antes de irse de la ciudad.

Su amigo, Charlie Talmer, coincide con que es una medida de seguridad "prudente" y sin "mala intención para los fans": "No dudo que haya gente que intente subir, hacer ruido, y puede ser peligroso", apostilla.

La dueña reconoce que nadie imaginó que la serie se convertiría en una "piedra angular de la magia de Nueva York", y entona un mea culpa: "Me dio lástima el joven encargado de localizaciones", que "me dijo que si no conseguía ESTA casa, perdería su primer trabajo de verdad en el sector", indicó en su carta.

Viajestic» Curioso

Publicidad