No faltan en estas fechas
Los dulces navideños más típicos de Europa
Turrón, mazapán, polvorones y roscón de Reyes son los postres que no faltan en ninguna mesa española en navidades. Pero, ¿qué es lo que se toma en otros países?
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Hacemos un repaso por los postres más típicos de cinco países europeos, desde el clásico panettone italiano, al Bûche de Noël ola galette de Rois franceses, al Chirstmas Pudding británico o las lebkuchen alemanas.
España
Turrón, mazapán y polvorones, constituyen un trío goloso al que se unen alfajores, roscos y el roscón de Reyes. La miel y la almendra son los ingredientes esenciales de estos dulces navideños, en los que se aprecia la influencia de la repostería de Oriente Medio que tanta influencia tuvo en la dulcería española a partir del siglo XV. Un capítulo a parte merece el roscón de Reyes, ya que se trata de un esponjoso bollo decorado con frutas escarchadas y relleno de crema, nata, chocolate o sin relleno, en sus versiones más clásicas. Se toma el 6 de enero y la tradición dice que quien encuentre la sorpresa e forma de figura que se esconde en su interior ha de pagarlo.
Italia
Los romanos fueron los primeros en descubrir las delicias gustativas del panettone, el dulce navideño que Italia a exportado al mundo. Un bollo brioche cilíndrico que se elabora con masa madre –por eso sus grandes alveolos interiores- se trufa con fruta (pasas o frutas glaseadas). Hay que utilizar harina de fuerza –la calidad de las harinas es lo más importante-, mantequilla, huevos frescos, vainilla en rama y ralladura de naranja. Una vez cocidos en el horno, antes de que se enfríen hay que atravesarlos con varillas metálicas y suspenderlos invertidos durante 8 horas para que no pierdan volumen. Una versión es el Pandoro, originario de Verona, un brioche con forma de estrella de ocho puntas.
Francia
Los franceses endulzan su Nochebuena con su Bûche de Noël. Parece un tronco de árbol pero en realidad es un bizcocho genovés enrollado que se rellena de crema, praliné, chocolate, etc y que se unta con mantequilla de trufa en el exterior para que de el aspecto de tronco. También los hay de mazapán e incluso los que se rellenan de helado. Pero además, en Francia y en Bélgica durante los primeros días de enero se consume la Galette des Rois, una tartaleta que conmemora y celebra a la Epifanía. Se prepara con una masa de hojaldre rellena de crema de almendrás (mazapán) y que en su interior esconde un haba, como nuestros roscones.
Reino Unido
Los ingleses son los reyes de la repostería y los postres. Y lo demuestran con el Christmas Pudding, del que las familias guardan en secreto su receta. Este pudding se prepara con frutas secas (originalmente ciruelas, se llamaba plum pudding) y muchas especias. Se cuece durante mucho tiempo y debido a los azúcares y melazas se produce una intensa reacción de Maillard. Para que su sabor se refuerce y se asiente, el pudding se deja colgado de un gancho durante varios días, después de cocinado. El Christmas Cake es una versión ligera del Christmas Pudding, ya que es un dulce de bizcocho con frutos secos (pasas, ciruelas, almendras, etc) y especias (canela, clavo, jengibre) y aromatizado con licor, whisky en la versión escocesa y forrado de mazapán en otras. Además, en las mesas británicas no falta el trifle, un postre muy colorido que lleva varias capas: la base se hace con un bizcocho muy esponjoso lleno de crema custard, frutas o gelatina. A veces se aromatiza con un poco de vino. Lo ideal es servirlo en copas transparentes.
Alemania
Fueron los monjes bávaros los que inventaron en la Edad Media las lebkuchen, galletas alemanas de jengibre. La ciudad de Nüremberg fue pionera en la tradición, hasta ella llegaban en el siglo XIII los exóticos productos de Oriente. En el XVII legó a contar con un exclusivo gremio de elaboradores de pan de jengibre. Para preparar las galletas, los monjes ponían la masa sobre hostias de pan ácimo antes de llevarlas al horno. Pero las lebkuchen no son las únicas galletas típicas del país, las Springerle, hechas con huevos, azúcar glas y harina y se aromatizan tradicionalmente con anís. Lo especial de estas galletas es su estampado, su cuidado relieve, para el que se utilizan moldes especiales que pueden ser de madera, cerámica o plástico.
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