EN LODZ
La emotiva razón por la que una calle de Polonia está llena de trozos de espejos
En Viajestic nos encantan los datos curiosos sobre las ciudades de alrededor del mundo. Por ello, hoy te traemos otra interesante y emotiva historia sobre una calle de Lodz, en Polonia. Se trata de un relato que estamos seguros que te emocionará y te hará querer visitar esta ciudad. ¡No te pierdas ningún detalle!
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Alrededor de todo el globo nos encontramos con ciudades que guardan entre sus calles curiosos y misteriosos datos. Un ejemplo de ello es la llamativa razón por la que hay tuberías rosas por las calles de Berlín. A continuación, te presentamos otro relato muy llamativo, en este caso, sobre una calle de la ciudad de Lodz en Polonia. Así que nos trasladamos hasta este país para adentrarnos en una narración que no te dejará indiferente.
La cuenta de Twitter @Dan_Lande ha compartido esta historia que te contamos a continuación. "Esta calle era gris y oscura. Hasta que un día, una nena de dos años se enfermó", comienza el relato el tuitero. Continúa explicando que se trata de un pasaje en Lodz que está hecho de mosaicos de espejo y que se conoce como "el Pasaje Rosa". La creadora de esta peculiar calle es Joanna Rajkowska, la madre de esta pequeña que enfermó, llamada Roza.
En 2014 le detectaron un cáncer en los ojos a Roza, cuando tenía tan solo 2 años. Su madre no solo comenzó un duro camino para conseguir el carísimo tratamiento de su hija, sino que también inició la remodelación y el cambio de una fría y gris calle de su ciudad. Durante todo el proceso médico, la mujer rompía espejos y pegaba los fragmentos en las fachas de este pasaje.
Con ello pretendía "revivir el pasaje, explorar los reflejos y las perspectivas. Mostrar a través de miles espejos el milagro de la vista", comenta @Dan_Lande. Pero en ese intento por darle vida a esta desagradable calle no estuvo sola, pues algunos vecinos quisieron ayudar a Joanna y "el pasaje rosa" se convirtió en un proyecto colectivo. Hoy en día se trata de uno de los puntos más turísticos de Lodz y los visitantes lo utilizan como escenario de sus fotografías.
Afortunadamente, esta historia tiene un final feliz y la pequeña Roza volvió a recuperar la vista. Para Joanna y todos aquellos que la ayudaron, este se ha convertido en un rincón que representa el camino de la recuperación.
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