Una historia curiosa sobre Salamanca
Esta es la misteriosa historia de los túneles ocultos de Salamanca que no te puedes perder
Salamanca es una de las ciudades más prestigiosas del mundo, y no solamente por su Universidad. Sus calles logran embrujarte puesto que a cada paso que das, descubres un rasgo de la historia hasta antes desconocido. ¿Quieres conocer la historia que hay tras los túneles ocultos de la ciudad?
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La ciudad de Salamanca nos maravilla cada día. Siempre guarda grandes secretos tras sus históricas calles. ¿Sabías que existen una serie de túneles ocultos bajo la ciudad? Queremos contarte todos los detalles, tanto los hechos datados como, por supuesto, las leyendas. ¡Estamos seguros de que te encantará!
Salamanca es una de las ciudades con más encanto de España. Está repleta de historias y leyendas. Un clarísimo ejemplo lo vemos en los espectaculares túneles que hay bajo tierra. Lo podemos apreciar en el llamado Pozo de Nieve, es decir, todo un entramado de galerías de lo que en su día fue el conocido Convento de San Andrés. Por lo tanto, entramos en la existencia del “Escorial Salmantino” que posee una espectacular red de túneles entre 1,22 y 3,3 metros de ancho, con 160 metros cuadrados aproximadamente.
Estos pasillos subterráneos están ubicados bajo la Muralla y, por tanto, son anteriores a la existencia del Convento de San Andrés. Debemos destacar, a su vez, el edificio de la Universidad Pontificia de Salamanca. Antes era el Colegio Real de la Compañía de Jesús y su primera piedra se puso en el año 1617. Bajo sus aulas hay un total de dos galerías subterráneas, una más ancha que otra y en paralelo. En la estrecha se conduciría el agua mientras que la otra era utilizada como galería o sótano.
¡Pero no todo queda ahí! También existía un túnel de servicios ubicado debajo de todos y cada uno de los locales de la Plaza Mayor. De hecho, iba por debajo de la arquería hasta conectar con las covachuelas de abajo. Actualmente, si vas al baño de alguno de esos bares como el Real, podrás observar los arcos de ese túnel. ¡No dejará indiferente a nadie! Puedes palpar la historia, no cabe duda.
Existe otro túnel, llamado el “túnel de Matemáticas”, que comunica los sótanos de la Facultad con la Muralla. Se sabe que este no fue una mera canalización de agua, pero sí que es cierto que se desconoce el uso real que tuvo. Ahí entra la leyenda, y es que se decía que el llamado Postigo Ciego, una de las salidas de la Muralla, se construyó en época de árabes como acceso a la Alcazaba.
Este túnel está cegado pero sí se aprecian perfectamente las dos entradas. Una se encuentra en el sótano de la Facultad de Matemáticas y la otra está frente al Puente Romano, concretamente en el patio de una de las casas construidas frente a la Muralla. Según la historia, pudo haber sido construido en el año 1147 y se cerró su tránsito poco después de la repoblación que tuvo lugar en la ciudad de Salamanca. Además, recordemos que esta Facultad era donde antiguamente se ubicaba la Sinagoga. Con lo cual, todo tendría sentido.
Lejos de que todo quede ahí, muchos son los historiadores que aseguran que por este túnel de Matemáticas entraban y salían los guerrilleros al cargo de Sánchez El Charro durante la conocida como “Guerra de la Independencia”. Todo podría ser, aunque serían meras conjeturas.
Pero la leyenda sigue más viva que nunca. Si hablamos de túneles, tenemos que relacionarlo con las Cuevas de Salamanca. Se dice que allí se ubica la entrada de una misteriosa red de túneles, justo donde se encontraba la Iglesia de San Cebrián. Tal y como es el terreno, se construyó la sacristía justo en los sótanos de la Iglesia. Dicen que allí, en esa sacristía subterránea, acudieron algunos estudiantes para aprender magia negra.
De hecho, se dice que el maestro que impartía esas enseñanzas era el mismísimo demonio. Venía desde las profundidades más tenebrosas para impartir clases oscuras en la prestigiosa Salamanca. De ahí que existieran esos túneles, puesto que cada alumno venía de una parte de la ciudad a través de esos túneles. Leyendas, historias, ¡y muchísimas incógnitas!
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