6 extravagantes obras artísticas que puedes encontrarte en un museo

Arcoíris creado con hilos de plástico

Esta obra pertenece al artista mexicano Gabril Dawe, para el Toledo Museum of Art's (Ohio, EE.UU). Pese a que parezca un arcoíris real, creado naturalmente con gotas de lluvia , está únicamente compuesta por hilos muy finos que reflejan los rayos de luz. El objetivo de esta preciosa obra es que el espectador se de cuenta de los colores que contiene cualquier rayo lumínico.

Esta nube es la protagonista de una serie fotográfica surrealista

Impensable: crear una nube en un espacio cerrado. El artista holandés Berndnaut Smilde lleva años investigado la creación de lo que ha bautizado como hidrometeoros artificiales. El tiempo de vida de estas maravillosas esculturas es de un segundo, por lo que el objetivo de este artista no es la creación de las nubes en sí, sino la fotografía surrealista conseguida, que evoca los cuadros de Magritte. A continuación os dejamos el 'making off' de una de sus exposiciones:

Vivir como un pájaro es posible

Vale, esta escultura no está en un museo, pero sin duda es impactante. Benjamín Verdonck colgó un nido de pájaro a 'tamaño humano' en un rascacielos de la ciudad holandesa de Rotterdam. En la acera, colocó un gran huevo con el título de la obra: La Gran Golondrina.

Dalí consiguió que lloviera dentro del coche

Salvador Dalí es uno de los artistas más controvertidos y extraños de todos los tiempos y, además, español. Situado en el centro del Teatro-Museo que él mismo mandó a construir en Figueres, Cataluña, si nos asomamos al coche vemos plantas que ha crecido con la lluvia del coche y dos maniquís dentro.

Este piano se toca solo

El artista Liam Gillick expuso esta obra, de un año de duración, en la Fundación Serralves (Oporto). Lo destacable: el piano se toca solo. Nos encontramos en una gran sala con una única ventana y un piano Yamaha sin pianista. En él, cae nieve negra y la canción se repite una y otra vez.

Árbol de Navidad invertido en el Tate Modern

Esta es la última instalación del Tate Modern, en Reino Unido. Se trata de un árbol de Navidad inusual, ya que cuelga del revés en el centro de una gran escalera de caracol. La creadora es Shirazeh Houshiary, que quiso resaltar con esta obra el menosprecio generalizado hacia este tipo de árbol, cuya perdurabilidad y fuertes raíces lo hacen una especie única.