GRANDES MEGALÓMANOS
Las gigantescas estatuas de Corea del Norte ‘conquistan’ África
Países dictatoriales y gobiernos africanos han encontrado en Corea del Norte una escuela artística muy particular: la de las gigantescas estatuas conmemorativas. Bien para exaltar al tirano o a parte de su historia reciente, llevan la forma de entender el poder del país asiático hasta el Continente Negro.
Publicidad
Cualquier que haya podido ir a Corea del Norte, o ver algún documental o fotos sobre el país, habrá reparado en la megalomanía de sus esculturas en torno a los tres presidentes que ha tenido el país desde que se formalizara el armisticio tras el cese de hostilidades en la Guerra de Corea. Los tres, abuelo, padre e hijo, son considerados mucho más que líderes en su país, prácticamente deidades a la altura de los reyes absolutos de la Edad Media y el Renacimiento, lo que se traduce en toda una producción artística en torno a sus figuras.
En esta producción sin parangón destacan las estatuas gigantescas, esculturas que no solo se pueden encontrar en el país, sino también a miles de kilómetros, en África. De hecho, este arte se ha convertido en una de las mayores exportaciones de Corea del Norte, que gana millones de euros cada año gracias a la venta y proyecto de este tipo de esculturas.
La compañía Mansudae Art Studio tiene a más de 4.000 personas trabajando en estatuas de bronce, murales y demás proyectos artísticos de este tipo. Y la construcción de los mismos por Mansudae Oversear Projects hace el resto. África es su gran centro de desarrollo. Vamos a ver algunas de las obras más increíbles hechas por Corea del Norte allí.
1. Monumento del Renacimiento Africano de Dakar (Senegal). La capital senegalesa cuenta con una gigantesca estatua realizada por Corea del Norte e inaugurada en 2010. Es un grupo escultórico en bronce donde se muestra una alegoría de una familia africana que resurge con fuerza. Es cuatro metros más alta que la Estatua de la Libertad y los tres personajes emergen de la boca de un volcán. La más grande del mundo.
2. Monumento a los Tres Dikgosi de Gaborone (Botswana). Es un complejo de tres estatuas gigantes de bronce en el que se pueden ver a tres jefes tribales de finales del siglo XIX: Bathoen I, Sebele I y Khama III, de los pueblos de Bangwaketse, Bakwena y Bangwato, respectivamente. Los tres se unieron en 1895 para solicitar al Gobierno Británico pasar a formar parte de su jurisdicción, lo cual se hizo hasta la independencia del país en los años 60 del siglo pasado.
3. Monumento a los Héroes en Windhoek (Namibia). Un imponente soldado con el brazo levantado y una bayoneta en su otra mano es la estatua que conmemora a los héroes de la guerra de Independencia de Namibia. Fue inaugurada en 2002 y su propósito era generar patriotismo y nacionalismo entre los habitantes, así como dejar un legado de la lucha a futuras generaciones.
4. Estatua de Samora Michel en Maputo (Mozambique). En el centro de la plaza de la Independencia de Maputo, la capital de Mozambique, encontramos una gigantesca estatua en bronce del que fuera el primer presidente de Mozambique, Samora Machel. Vestido de militar, con el dedo índice derecho en alto, está sobre un pedestal de mármol. Se inauguró en 2011 y mide 9 metros, más los del pedestal.
5. Estatua del rey Béhanzin en Abomey (Benin). Diseñada también por los artistas de Corea del Norte, la estatua que rinde homenaje a este rey de Benín en el departamento de Zou impone. Fue el último gobernante independiente del Reino de Dahomey, en lucha contra Francia para evitar la asimilación colonial del territorio. Hoy esto lo ha convertido en un símbolo del país.
Publicidad