Los 10 must menos conocidos de la capital valenciana

Así que hoy te proponemos que descubras en tu próximo viaje a Valencia, algunos lugares que te van a sorprender.

1. La Casa Judía

Situado en el número 20 de la calle Castellón, este edificio llama la atención nada más verlo por la originalidad de su fachada colorista. Construida en los años 30, la Casa Judía es un claro ejemplo en Valencia de art-decó, la corriente artística del siglo XX que se caracterizó por la libertad en la elección de elementos y una fuerte influencia oriental.

La Casa Judía es obra del arquitecto valenciano Juan Guardiola y se la conoce por este nombre debido a que en su portal hay una estrella de David. Pero no solo, porque en los bajos del edificio hay una puerta donde con caracteres hebreos, pero escritos al revés, se puede leer la pregunta: Si estás muerto. Es, desde luego, uno de los edificios más bonitos y curiosos de la ciudad. No creerás estar en Valencia.

2. El Jardín de Monforte

Este espectacular jardín neoclásico, que fue con anterioridad el huerto del barón de Llaurí, acoge la exposición de bonsáis al aire libre más grande de Europa. Algo que seguramente desconocías. Se reparte entre zonas naturales y un palacete de estilo rococó que funciona como área de recreo. Pero lo que más llama la atención en este Monumento Histórico Artístico Nacional, son sus dos leones de piedra blanca ubicados a la entrada del jardín, porque seguramente no sabrás que fueron tallados en un principio para situarse en la escalinata del Congreso de los Diputados. En tu próxima visita a Valencia pasea por el Jardín de Monforte, no te arrepentirás.

3. Celler de Proava, la bodega más antigua de la capital

Este es un lugar perfecto para los amantes del vino, porque se va a convertir en una fantástica experiencia enoturística en Valencia. El Celler de Proava ofrece catas en una antigua casona señorial del siglo XIII donde se almacenaba, y se cree que también se producía vino. Un espacio desconocido para los que visitan la ciudad, y también para muchos valencianos ya que está abierta al público desde hace bien poco. Apúntate a su degustación de cavas, vinos y cervezas al módico precio de 5 euros.

4. Banys de l´Almirall

En la calle Banys de l´Almirall se encuentra el edificio Baños del Almirante, en valenciano Banys de l´Almirall, una construcción medieval que data del siglo XIV y que funcionó como baño público de forma ininterrumpida durante seis siglos, hasta 1959. Hoy en día, puedes hacerte una idea de cómo eran los baños gracias a la recreación de sus salas, con toallas, artesas, cubos, jabón o zuecos, y gracias a un audiovisual explicativo o al sonido del agua que te acompañará durante la visita. La entrada es gratuita y se puede visitar de martes a sábado.

5. Trinquete de Pelayo

Uno de los planes más auténticos de la ciudad. Con 150 años a sus espaldas, el Trinquete de Pelayo es el recinto deportivo en activo más antiguo de Europa y emblema de la pilota valenciana, el deporte autóctono por excelencia. Llama la atención su entrada, ya que se trata de un estrecho paso en la calle Pelayo. Pero una vez en su interior podrás disfrutar los jueves y los sábados de los partidos de pilota valenciana que se celebran allí. Toda una experiencia, con un precio de 8 euros los jueves y de 10 euros los sábados, con acceso gratuito para los menores de 16 años.

6. Centro arqueológico de La Almoina

Para conocer un poco más del legado histórico que romanos, visigodos y árabes dejaron en Valencia, nada mejor que visitar este yacimiento subterráneo situado en pleno centro, a pocos metros de La Seu de València. Ideal para los amantes de los sitios arqueológicos. En su interior podrás contemplar restos monumentales que se remontan a los primeros años de la fundación de la capital, desde termas romanas hasta un ábside ligado al culto de San Vicente, además de diferentes conservaciones del alcázar musulmán. Merece la pena.

7. El Mercado de Tapinería

Se ha convertido en uno de los lugares más cool ahora mismo en la capital. El Mercado de Tapinería es una propuesta diferente al aire libre en pleno centro histórico de la ciudad, con 500 metros cuadrados que se distribuyen entre dos plazas peatonales y dos bares abiertos todos los días donde vas a poder degustar todo tipo de platos, desde el popular “Esmorzaret”, pasando por la paella, el ceviche o el cuscús. Y lo más importante, a precios más que asequibles. Además hay tres espacios comerciales que cada fin de semana se llenan de tiendas que te van a enamorar. Sé uno de los primeros en descubrir este lugar.

8. El Balneario La Alameda

Si buscas cuidarte y relajarte un poco, ¡València también es para ti! Este centro es un caso único en España, ya que es el único balneario de verdad, con aguas mineromedicinales e hipertermales en una gran ciudad. Simplemente maravilloso. Sus aguas están a disposición de todo aquel que quiera desconectar después de una intensa jornada. Nada mejor que una visita a este balneario para cuidarte y relajarte después de una jornada de emociones.

9. Salazones y encurtidos, los sabores de la tierra

Aunque la paella y el arroz son los protagonistas, Valencia es especialista en salazones y encurtidos como propuestas gastronómicas. En todos los bares de la ciudad podrás disfrutar de platos elborados con estos productos como el esgarraet o bacalao con pimientos, o los altramuces u olivas que se sirven durante el almuerzo. O Salazonarte, con un puesto en el Mercado Central para degustar todas estas variedades allí mismo o para llevar.

10. Las clóchinas, el manjar valenciano de estas fechas

Seguramente no sabías que con la llegada del buen tiempo y el calor comienza la temporada de las clóchinas. Una especie similar al mejillón que se cría en el Mediterráneo pero de sabor más jugoso y exquisito. Para elaborarse hay que cocerlas al vapor acompañadas de limón y pimienta en grano. Una joya gastronómica que no te puedes perder en alguno de los bares y espacios gastronómicos de valencia. Pruébalos.

También te puede interesar

Planes para enamorarse de Valencia

Guadalest, el rincón de España con más museos por habitante