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Una joven vasca cuenta los choques culturales que vivió al llegar a Madrid: "Vascos del mundo, agarraos a vuestra silla"
La influencer Ariane Hoyos, originaria de Bilbao, relata los choques más curiosos que ha experimentado viviendo en la capital. ¿Estás listo para descubrir qué más puede desconcertar a un vasco en Madrid?
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Cada región tiene sus particularidades, y las costumbres españolaspueden ser tan variadas que se convierten en auténticos choques culturales cuando te mudas a otra comunidad. Las costumbres y tradiciones del País Vasco y Madrid son un ejemplo perfecto de cómo la vida diaria puede cambiar de forma inesperada cuando recorres unos cuantos kilómetros. La bilbaína y creadora de contenido Ariane Hoyos ha compartido su experiencia personal sobre este curioso intercambio cultural en que nos revela detalles tan simples como sorprendentes.
Los tendederos sin toldo
El primer choque cultural que describe Ariane en su vídeo es el de los tendederos. En Bilbao, una ciudad donde la lluvia es parte integral del paisaje, los tendederos de la ropa suelen contar con toldos que protegen la colada de cualquier chaparrón inesperado. Este sistema es tan común en el norte que, al llegar a Madrid, donde el clima es mucho más seco, la ausencia de estos toldos fue algo que no dejó de sorprenderla.
Para los madrileños, acostumbrados a los cielos despejados la mayor parte del año, tener la ropa al aire libre es la norma, pero para un vasco, la incertidumbre meteorológica hace que, tender la ropa sin un toldo, pueda ser un verdadero quebradero de cabeza. "A ver qué haces cuando caen cuatro gotas", comenta Ariane en su vídeo.
La ¿borragoma?
El segundo choque que resalta Ariane tiene que ver con una simple goma de borrar. Para quienes crecieron en el País Vasco, este objeto escolar se conoce popularmente como "borragoma". Pero en el resto de España, y especialmente en Madrid, lo llaman simplemente goma, goma de borrar o incluso borra. Ariane comparte que esta diferencia la dejó descolocada: "Es algo que he tenido que aprender a base de golpes", comenta.
El Kalimotxo
Pero, sin duda, uno de los choques culturales más imperdonable para Ariane es que en Madrid no es común el Kalimotxo. Para los vascos, esta bebida es icónica, especialmente en las fiestas populares, y mezcla vino tinto con refresco de cola. Sin embargo, en Madrid en ocasiones pedir un Kalimotxo puede resultar en que te ofrezcan un tinto de verano u otra bebida no tan apetecible para los vascos: "No amore, no quiero un tinto de verano, quiero sentirme en fiestas de Bilbao a las cuatro de la mañana", se queja Ariane.
A pesar de las diferencias, la tiktoker también destaca una de las ventajas de vivir en Madrid que es pedir una bebida y acompañarla con una tapa gratuita. Para una bilbaína, acostumbrada a los pintxos en los bares del norte, descubrir que en Madrid te traen una pequeña tapa gratis con tu bebida fue una grata sorpresa. Desde unas sencillas aceitunas hasta una ración de paella, "si se ponen espléndidos", estas pequeñas delicias se han convertido en una compensación para aquellos momentos en los que extraña su Kalimotxo: "No todo iba a ser malo", bromea.
Lo que queda claro tras ver el vídeo de Ariane Hoyos es que las diferencias culturales no siempre están en los grandes aspectos, sino en esos pequeños detalles del día a día que a menudo damos por sentado. La diversidad dentro de España es inmensa, y lo que para unos es común, para otros puede ser algo completamente desconcertante.
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