Libros veraniegos para leer en la playa

Pocas cosas hay más relajantes que tumbarse sobre una toalla en la playa, respirar el olor a salitre y escuchar el romper de las olas en la orilla del mar. Y es que disfrutar de las vacaciones es algo que todos merecemos después de unos meses complicados. Eso sí, siempre siguiendo las normas y respetando las distancias de seguridad.

El caso es que si lo dicho hasta ahora es atractivo y relajante, el plan puede ser mucho mejor si se le suma un buen libro en el que poder perderse entre sus páginas. Quizá, por la situación que estamos viviendo, la playa de la que podemos disfrutar este año es la que está al lado de casa. Pero para eso tenemos solución: como ya he dicho muchas veces leer es una gran forma de viajar y estas novelas veraniegas son una gran opción para hacerlo.

Por ejemplo, si te gusta la novela romántica contemporánea te propongo tres novelas de autoras españolas. Con Un cuento perfecto, de Elísabet Benavent, además de conocer la historia de amor de David y Margot, harás un viaje por algunas islas y playas griegas.

Otra gran lectura es Ella, yo y la gran idea de ser valientes, de Cherry Chic. Victoria y Adam te atraparán desde el primer momento y te harán disfrutar del verano igual que lo hacen ellos: compartiendo y sumando momentos en un camping al sur de España.

Pero si en lugar de querer viajar al sur de nuestro país prefieres irte a Calpe, un pueblecito de Alicante, entonces te recomiendo Aquel último verano, de Susanna Herrero. La historia de amor de Priscila y Álex es tan bonita como el lugar donde se ambienta la novela. Y, te lo adelanto, sentirás que eres tú quien recorre sus calles... Igual que en el resto de libros que componen la serie Cabana.

Sobre todo con el libro de Cherry Chic puedes echarte unas risas, pero si lo que buscas es un libro basado en el humor entonces escoge Mi familia y otros animales, de Gerard Durrell. Es el primer libro de una trilogía llamada Corfú, pues es en este lugar donde se ambienta este clásico inglés que conseguirá sacarte alguna que otra carcajada.

Hablando de clásicos, también puedes leer o releer Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Nada mejor para el verano que seguir las aventuras del muchacho en la isla desierta en la que naufraga.

Y, para acabar, una recomendación más: Un verano en el campo, de Heike Wanner, cuenta las aventuras de unas primas que heredan una granja, en la que pasan el verano. No es una playa, pero quizá te apetece viajar a otro lugar.