Viajes imposibles
3 maravillas naturales que ya no podemos visitar
La naturaleza nos las dio y la naturaleza nos las quitó, se trata de tres espectaculares formaciones naturales que ya no existen y no porque el hombre enredara en su existencia sino porque la propia naturaleza las ha destruido.
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Nos referimos a tres formaciones rocosas a cada cual más espectacular: el Dedo De Dios en las Islas Canarias, los Doce Apóstoles en Australia y la Ventana Azul en Malta.
La que nos queda, o quedaba, más lejos son los Doce Apóstoles australianos que ni eran doce ni lo son hoy; eran en realidad nueve formaciones de piedra caliza de más de 40 metros de altura que emergían imponentes del mar en el Parque Nacional de Port Campbell, en Australia; una de ellas colapsó en 2005, cayó al mar arrollada por la fuerza de las olas y de los vientos huracanados, así los apóstoles pasaron a ser ocho y siguieron llamándose doce.
En el año 2016 los científicos hicieron un descubrimiento que demostró que lo de llamarles Doce Apóstoles a estas formaciones rocosas bien podía haber sido profético: descubrieron 5 nuevos riscos bajo la superficie del mar que se convirtieron ipso facto en los Apóstoles Ahogados.
El Dedo De Dios estaba en Gran Canaria y apuntaba al cielo de forma clara e indiscutible hasta que en 2005 se lo tragó el mar como se tragó también ese año a uno de los Apóstoles australianos; su nombre oficial era, y es, Roque Partido y fue la tormenta tropical Delta la que le amputó el dedo que le había valido la denominación de el Dedo De Dios.
El dedo ya no está pero el Roque Partido sí y puede visitarse en el pueblo de Agaete, en Gran Canaria.
El día que la isla de Gozo se quedó sin ventana a más de un maltés se le partió el corazón; era el símbolo ya no de la isla sino de todo el archipiélago, lo habíamos visto en una y mil fotos y hasta había sido set de rodaje en más de una ocasión (la serie Juego de Tronos empieza aquí…) pero la Ventana Azul, una formación natural de piedra caliza, fue arrollada por una tormenta, sucumbió a la misma fuerza del mar y del viento que la habían formado.
Como decíamos al comenzar esta noticia, la naturaleza nos lo da y la naturaleza nos lo quita, nos queda, eso sí, el consuelo de contar con estas magníficas formaciones perfectamente documentadas en una y mil fotografías y videos pero eso nos hace preguntarnos ¿cuánto desconocemos y cuánto nos hemos perdido del mundo en tiempos en los que la huella de la naturaleza y del hombre se borraba sin testigos?
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