GASTRONOMÍA
La mejor calle de Jaén para irse de pinchos y tapas
Si estás pensando visitar Jaén, no te puedes perder esta información que te presentamos con las mejores calles donde irse de tapas en la ciudad. Sin ninguna duda, Jaén cuenta con una exquisita gastronomía que debes probar. Estos son algunos de sus bares y sus calles claves.
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Como ya sabes, en Viajestic nos encanta el turismo gastronómico y desde un tiempo estamos haciendo una selección de las mejores calles de las principales ciudades de España en las que irse de pinchos y tapas. Hace unos días os contamos cuál era la mejor de Santander y ahora nos desplazamos hasta el sur del país para recorrer Jaén. ¡Toma nota, porque estamos seguros de que te vamos a abrir el apetito!
Te advertimos de que Jaén cuenta con la peculiaridad de que algunos bares ofrecen tapas y pequeños aperitivos gratuitos para acompañar con la bebida que hayas pedido. Uno de los lugares más conocidos para degustar de la exquisita gastronomía jienense es la zona conocida como Las Tascas, en pleno centro histórico de Jaén. Entre sus estrechas calles encontramos una genial opción, La Barra, situada en la calle Cerón. Algunos de sus tapas estrellas son los bocaditos de masa de morcilla con torreznos.
Otro de los barrios principales para irse de tapas en esta ciudad es el de San Ildefonso, donde se localiza la catedral. Aquí encontramos diferentes opciones como El Santuario, en la calle Cuatro Torres y donde degustar distintos tipos de tapas, desde hamburguesas hasta pescado. Otro bar tradicional de San Ildefonso es El Abuelo, en la calle las Bernardas, donde destacan sus sabores tradicionales y recetas caseras. Su tapa más conocida y que debes pedir si visitas este bar es el recluta.
Por último, otro de los lugares donde más movimiento hay en torno a los bares y donde disfrutar de deliciosas tapas es la zona universitaria. Junto a la Universidad de Jaén se localiza el bar Barranco en la calle del Cardenal Marcelo Spínola, conocido por sus flamenquines y San Jacobos XXL. Sin embargo, sus tapas también se sirven en cantidades gigantes, como su fuente de croquetas o alitas de pollo.
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