Monumento al Sagrado Corazón de Jesús de Oviedo: todo lo que debes saber

Oviedo es una de las ciudades más bonitas que podemos encontrar en la zona norte de nuestro país. Uno de los rincones más sorprendentes es, sin lugar a dudas, el conocido como Monte Naranco. No solamente encontrarás diversas rutas de senderismo, sino también una antigua zona de combate que fue protagonista durante la Guerra Civil.

¡Pero no todo queda ahí! Y es que en esta zona asturiana tendrás la oportunidad de encontrar una escultura absolutamente impresionante del Sagrado Corazón de Jesús. Desde los mismos pies de este Cristo del Naranco podemos encontrar unas vistas absolutamente magníficas de la ciudad de Oviedo.

¿Cuál es la historia que esconde este Monumento?

En el año 1950 se empezó a plantear la posibilidad de construir, en pleno Monte Naranco, una escultura que nos recordase a la del Cristo Redentor de Río de Jaineiro. El padre Vega y Ramonita Beltrán fueron los impulsores de esta idea, por lo que quisieron crear una comisión con diversas personalidades de la época.

A pesar de los esfuerzos, parece que ese proyecto no consiguió el impulso necesario hasta que el padre Vilariño, gracias a una colecta, obtuvo 10 de los 17 millones de pesetas que se necesitaban para poder construir esta impresionante escultura. ¡Fue un gesto absolutamente fundamental!

Una vez se consiguió la financiación necesaria, García Lomas se encargó del diseño mientras que la ejecución es de Gerardo Zaragoza. Las tareas de montaje, por su parte, fueron de José Antonio Navas. Hicieron hasta lo imposible para que esta figura del Sagrado Corazón quedara verdaderamente espectacular.

Una escultura que cuenta con nada más y nada menos que 30 metros de altura, cuyo objetivo era representar a Cristo de pie, con sus brazos extendidos protegiendo simbólicamente a la ciudad de Oviedo que se encuentra a sus pies. Además, está situado sobre un pedestal en el que hay una representación, de 5 metros de altura y siendo obra de Rafael Urrusti, de la Cruz de la Victoria.

En un primer momento, esta cruz estaba sobre la escultura. Es entonces cuando, en el año 1990, se decidió cambiar de ubicación por los fuertes vientos que hay en el lugar. Cabe destacar que, bajo el pedestal, encontramos la primera piedra del monumento colocada en junio del año 1963.

Esta escultura es tan espectacular e imponente que se puede ver desde diversos municipios cercanos a Oviedo. Además, desde este mismo mirador del Cristo, podemos tener unas vistas de la ciudad asturiana, así como del mar en los días más despejados. Es verdaderamente una maravilla.