Shirakawa-go
Ogimachi: una aldea centenaria de casas construidas sin clavos
Es una de las estampas de invierno más bellas y populares de Japón, Ogimachi bajo un manto de nieve... aunque la belleza de esta pequeña localidad dura todo el año.
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Shirakawa-go es uno de los tesoros de Japón, se trata de una histórica aldea la mar de pintoresca, tanto que es Patrimonio Mundial por la UNESCO y es que las casas de esta aldea nipona resultan muy originales y de arquitectura casi imposible, especialmente las de una zona de esta aldea que responde al nombre de Ogimachi porque ahí las casas se construían sin clavos y, a pesar de eso, algunas de ellas llevan más de 200 años en pie.
Esta curiosa aldea ofrece su imagen más sorprendente en la época invernal, cuando la nieve lo cubre todo pero lo cierto es que su belleza puede descubrirse también en otras épocas del año, ya sin nieve y pintada de los colores de la naturaleza en otoño, primavera o verano.
Shirakawa-go está a los pies del monte Hakusan, en la prefectura de Gifu, y aunque sus casas más famosas son las de Ogimachi por aquello de su arquitectura sin clavos y las más antiguas de ellas rondan los 200 años, en realidad este asentamiento es mucho más antiguo, se cree que ya en el S.XI vivía gente en esta zona; pero volvamos a las casas, que son realmente lo más representativo de esta zona: su estilo arquitectónico es gassho-zukuri que significa 'manos unidas en oración' y su imagen es la que ves repetida en las viviendas más representativas de Shirakawa-go: grandes tejados triangulares hechos de paja que casi llegan al suelo.
¿Por qué construyeron los japoneses así las casas en esta zona de Japón? por la nieve... la nieve que nos regala ahora algunas de las estampas más bellas de Japón es la que hizo que los constructores de viviendas buscaran una solución para los tejados, para que no se vinieran abajo en invierno por el peso de la nieve; lo mejor de visitar Shirakawa-go es que podrás colarte en algunas de las casas y descubrir también cómo son por dentro: Casa Wada es una de las que está abierta al público y es famosa porque está rodeada de un jardín japonés, Casa Kanda por su parte es una visita ineludible porque se trata de una de las casas más antiguas, tiene unos 150 años; en Casa Nagase, también abierta al público, te sentirás como si estuvieras viajando a través del tiempo porque en esta casa vivía una familia de médicos y en ella se conserva instrumental médico antiquísimo, concretamente del periodo Edo que abarca desde 1603 hasta 1867.
Te sorprenderá lo bien conservada que está esta antigua aldea y más aún te sorprenderá saber que el motivo no es tanto la inversión pública como la convicción de sus habitantes que se rigen bajo las directrices de no vender, no alquilar y no destruir; para conocer bien esta curiosa localidad nipona no deberás abandonarla sin visitar lugares como la Casa Museo de la Seda de Tajima, donde conocerás la historia de la industria en esta zona de Japón, el Mirador Shirayama, desde el que harás las mejores fotos de la aldea y el Templo Myozenji donde descubrirás el buda más grande de la localidad.
Si tun plan de viaje te lo permite, no dejes de ver Shirakawa-go de noche, tras la estampa nevada es probablemente la imagen más llamativa de la aldea; tampoco debes irte sin probar el doburoku, una bebida local que tiene incluso su propia fiesta, es un tipo de sake que, aunque no es difícil de destilar, en Japón está prohibido hacerlo sin un permiso especial, es como un sake con denominación de origen Shirakawa-go, por eso no puedes dejar de probarlo, es muy exclusivo...
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