El origen de los candados de amor de los puentes de París

Es en una pequeña ciudad de Serbia donde se origina la historia de estos símbolos tan famosos para los enamorados. Esa ciudad se llama Vrnjačka Banja, tenemos que remontarnos al año 1914, cuando estallaba la Primera Guerra Mundial. Los protagonistas son dos jóvenes profundamente enamorados, Relja y Nada.

Con la muerte del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, Austria le declara la guerra a Serbia, y Relja tuvo que alistarse al ejército y partir al frente a defender su país. Por otro lado, Nada se quedó en Vrnjačka Banja esperando a que su amado regresase de la guerra. Pero Relja no volvió a la ciudad natal de ambos. Se había enamorado de una chica en Corfú durante su tiempo en el frente. Nada se quedó devastada, esta joven maestra de escuela nunca se recuperó. Tras lo sucedido, las otras chicas de la ciudad temían que eso mismo pudiera sucederles a ellas, rápidamente se movieron para asegurar su futuro romántico.

Las mujeres de Vrnjačka Banja comenzaron a comprar candados tras en masa. En ellos escribían su nombre y el de sus amados, los cerraban en el mismo puente donde Nada y Relja solían encontrarse, y lanzaban las llaves al río, como símbolo de fidelidad. La historia de estos amantes quedó prácticamente olvidada hasta que la poetisa serbia, Desanka Maksimović la revivió en su poema, Molitva za ljubav (Oración por el amor). Los jóvenes amantes de la ciudad volvieron a poner candados a lo que se convertirí en el Most ljubavi o "Puente del amor".

La tradición se extendió a otras ciudades europeas como París, Roma o Budapest; todas ellas cuentan con su puente de los candados del amor. En la capital francesa los enamorados aseguran su amor en el pont des Arts o Puente de las Artes; en Roma es el puente Milvio el que soporta el peso del amor, mientras que en Budapest lo hace el Puente de las Cadenas. Periódicamente se quitan esos candados del amor para evitar que su peso hunda los puentes.

Las regiones más al sur de Serbia son tierras de superstición y nunca se han eliminado las cerraduras del Puente del Amor. Aunque en Vrnjačka Banja hay más de 15 puentes, es imposible confundir el que ha cautivado los corazones de hombres y mujeres de todo el mundo. No se sabe si la historia de Nada y Relja es real, o no, pero lo que sí se sabe es que la Primera Guerra Mundial fue un conflicto de grandes dimensiones que intervino en la vida de muchas personas, y supuso el final de muchas relaciones.

Vrnjačka Banja es conocida en toda la región como una importante ciudad balneario, pero su faceta como el hogar del romance europeo es todavía poco conocida.