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París convertirá en peatonal la zona más turística de Montmartre

París convertirá en peatonal la zona más turística de Montmartre, en los alrededores de monumentos tan emblemáticos como la basílica del Sacre-Coeur, la 'plaza de los pintores' o el busto de la cantante Dalida.

Vista general de la Basílica del Sagrado Corazón, uno de los monumentos más emblemáticos de Montmartre (París)

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La parte alta de la colina de Montmartre, una de las zonas más pintorescas y visitadas de París, va a restringir el tráfico de vehículos para convertir en peatonal los alrededores de monumentos tan emblemáticos como la basílica del Sacre-Coeur, la 'plaza de los pintores' o el busto de la cantante Dalida.

Las obras de peatonalización, que acaban de empezar, concluirán para septiembre, cuando una veintena de calles del distrito 18 de la zona serán peatonales, las situadas entre el Sacre-Coeur y la calle Lamarck, el cementerio Saint-Vincent, la plaza dedicada a Dalida y la calle Gabrielle.

Considerado como un pueblo en el corazón de París, la colina de Montmartre, que tiene 40.000 habitantes, comparte el espacio de sus estrechas callejuelas con el gran número de turistas, los vehículos, los aparcamientos y las terrazas de los cafés y restaurantes.

El agobio generalizado que provocaba esta situación ha llevado al Ayuntamiento parisino restringir el tráfico de la parte alta, para "crear una zona peatonal coherente, integral y abierta", detalla en conversación con EFE el vicealcalde del distrito 18 encargado de movilidad, Antoine Dupont.

El problema del aparcamiento

"En verano no puedes ni caminar", lamenta David, un camarero mexicano que trabaja en la calle Mont-Cenis y que cada temporada alta tiene que sortear viandantes y coches aparcados para poder atender las mesas de la terraza.

Reducir el espacio de aparcamiento es uno de los objetivos del plan de peatonalización, una necesidad para poder ampliar el tamaño de algunas aceras, y el Ayuntamiento estima que se eliminarán 300 plazas de las 1.600 que hay la zona.

Aunque no se pueda aparcar, las paradas necesarias en el interior de esta zona, de menos de 30 minutos, estarán permitidas y, aclara Dupont, "los trabajadores de servicios, los comerciantes, los vecinos, la gente que viene de visita, a recoger o dejar a una persona podrán seguir haciéndolo".

La reducción de las plazas de aparcamiento y la restricción al tráfico no solo mejorará la calidad del aire sino que potenciará el viaje en el tiempo que supone adentrarse en las calles donde vivieron artistas como Van Gogh, Picasso, Toulose-Lautrec, Suzanne Valadon o Maurice Utrillo.

Atractivos turísticos como el molino de la Galette (inmortalizado por los impresionistas), la viña y el Museo de Montmartre o el viejo cabaret del Lapin Agile, serán más accesibles para los visitantes.

La acogida ciudadana

Las obras de adaptación de las calles durarán hasta el 31 de agosto y darán paso a una nueva realidad que ha recibido una buena acogida generalizada y solo algunas reticencias por parte de vecinos y comerciantes.

En la reunión ciudadana que se celebró el 16 de enero para presentar el proyecto, la mayor parte de las quejas vinieron por parte de residentes y trabajadores de la zona que, al no tener un garaje privado, tendrán que buscar aparcamiento fuera de esta zona.

"Requiere de una nueva organización si tienes coche, pero solo el 15 por ciento de los hogares de Montmartre lo tienen [...] por lo que no cambiará nada para la mayoría de los habitantes" de la zona, una de las más acomodadas de la ciudad, garantiza el vicealcalde del distrito 18.

Los turistas son los más favorables a la medida, ya que los paseos por este barrio serán más agradables y no verán afectada su movilidad en metro, tren, autobús, funicular o taxi.

Carlos, que ha venido de viaje con sus hijos, sus hermanos y sus sobrinos desde Santiago de Chile, cree que la peatonalización es una buena idea y lo replicaría en "las zonas más turísticas" de París: "Así uno puede transitar con mayor seguridad".

El Ayuntamiento descarta que la medida tenga impacto sobre el alto volumen de turismo que recibe esta zona de París pues, asegura Dupont, muy pocos turistas vienen en coche y los que se alojen en este barrio podrán seguir moviéndose en taxi si lo desean.

Los trabajadores de los comercios que les atienden opinan lo mismo, como Javi, un camarero bilbaíno que lleva más de 40 años en París y que asegura que la mayoría lo ven bien porque supone "mucho jaleo que, con toda la gente que hay a pie, se metan los coches".

"Muchas ciudades de Europa y de Francia están adoptando la misma política. Es una necesidad en vista también del cambio climático. Debemos reducir el espacio del coche y mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades", valora Dupont.

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