Secretos de Andalucía
Peña de los Enamorados de Antequera: Una leyenda difícil de olvidar
La Peña de los Enamorados es uno de los enclaves con más historia de Antequera, sobre todo por la leyenda que hay detrás. ¿Quieres descubrirla con nosotros?
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Una peña enamoró en el pasado, lo continúa haciendo en el presente y estamos seguros de que ocurrirá lo mismo en el futuro. Estamos ante la conocida como 'Peña de los Enamorados', ubicado en la localidad de Antequera. Se trata, indudablemente, de uno de los referentes del patrimonio natural de toda Andalucía.
Este enclave para los verdaderos amantes de la naturaleza se sitúa, aproximadamente, a unos 874 metros de altitud sobre el nivel del mar. Indisolublemente, está ligado al perfil de la ciudad del Torcal. Esta 'Peña de los Enamorados' irradia magia, tiene un embrujo que te atrae. Y sino que se lo digan a Cristobal Colón, que reparó en este lugar por la forma de una mujer tendida mirando al cielo. Lo recogió en su diario a bordo en su viaje a América, puesto que encontró un peñón “similar al de los Enamorados de Antequera”. Ahora bien, ¿de qué se trata esta leyenda?
Nos remontamos al siglo XV, cuando Antequera era frontera entre la zona musulmana y cristiana durante la Reconquista. Esta peña tiene un nombre tan peculiar por una leyenda sobre dos enamorados. La más conocida la protagonizan los jóvenes Tello y Tagzona. Es algo así como una especie de Romeo y Julieta. ¿Qué pasó con ellos? Decidieron poner fin a su amor despeñándose por la montaña. ¡Lo que lees! Es uno de los relatos más arraigados en el acervo andaluz que solo los que vivieron en aquella época saben si esto ocurrió realmente.
Él era cristiano y ella musulmana. Tello, sin pretenderlo, cayó prisionero en Archidona que, por aquel entonces, estaba bajo el control musulmán. Tagzona, hija del mandatario musulmán, visitó por curiosidad los calabozos en los que se encontraba el apuesto guerrero. Inevitablemente, terminó enamorándose de él nada más verlo. Fue un completo flechazo a primera vista.
Sus respectivas religiones les impedían casarse. Por ese mismo motivo, los dos tomaron una decisión: Fugarse. Pero no todo salió como esperaban ya que fueron descubiertos por los guardas del padre de Tagzona por lo que fueron a capturarles. El padre de la musulmana haría hasta lo imposible para evitar que esto sucediera.
Los enamorados llegaron al peñón situado cercano a Antequera. Subieron a él a toda prisa e, inevitablemente, ya no podían guardar más las distancias con sus perseguidores. En la misma cima, los arqueros musulmanes decidieron apuntar a los jóvenes. Ambos se miraron, temerosos. Por ese mismo motivo, se cogieron la mano y se colocaron en el mismo filo. ¡No tenían ningún tipo de escapatoria!
Lo que tenían claro es que no iban a rendirse. Su destino era rendirse, ser capturados y, finalmente, separados... ¡E incluso algo peor! Así pues, Tello y Tagzona decidieron entrelazar sus manos, mirarse fijamente y, finalmente, despeñarse saltando al vacío. Prefirieron morir juntos que vivir separados.
Esta trágica muerte hizo que el jefe musulmán y el cristiano encontraran la paz después de tantísimas batallas. Como dato a tener en cuenta, en el mismo pico de la peña hay una estatua de piedra de una joven y un hombre abrazados, que están inclinados hacia el barranco. Se dice que, cuando atardece y el sol da a la peña destellos rojizos, es por la sangre derramada por ambos jóvenes.
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