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La espectacular ruta de senderismo para llegar a unas pozas naturales en Guadalajara

Con el fin del verano acercándose, es el momento perfecto para aprovechar los últimos días cálidos y disfrutar de una de las rutas más cautivadoras de la Sierra Norte de Guadalajara. Este recorrido es una escapada ideal para desconectar y refrescarse en un entorno natural inigualable.

Pozas del Aljibe en Guadalajara

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La llegada de septiembre y las primeras señales del otoño en el horizonte supone que muchos amantes de la naturaleza busquen una última oportunidad para disfrutar de actividades al aire libre antes de que las temperaturas bajen. Uno de los planes favoritos para los más aventureros es disfrutar de rutas de senderismo, ¿sabías que hay una en la que paseas entre dinosaurios? Sin embargo, si buscas una experiencia que combine paisajes espectaculares y la posibilidad de un refrescante chapuzón en aguas naturales, esta ruta que tenemos preparada según ha detallado la web de Caminos de Guadalajara es perfecta para ti.

El destino: Las Pozas del Aljibe

Las Pozas del Aljibe, situadas en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, son una serie de piscinas naturales formadas por el arroyo del Soto. Estas pozas se encuentran escondidas en un valle rodeado de vegetación con pequeñas cascadas que, durante la época de lluvias o tras el deshielo en primavera, ofrecen un espectáculo visual inigualable.

Son un verdadero oasis natural, ideales para un baño en medio de la naturaleza o simplemente para disfrutar de la tranquilidad y el frescor de este rincón escondido.

La ruta: Comienza la aventura en Roblelacasa

El recorrido hacia las Pozas del Aljibe comienza en Roblelacasa, una pequeña localidad que forma parte del conjunto de pueblos negros de la Sierra Norte. Con su arquitectura característica de muros de pizarra oscura, este pueblo ofrece un contraste único con el verde de los montes que lo rodean, lo que ya de por sí hace que el viaje hasta aquí valga la pena.

Para llegar a Roblelacasa desde Guadalajara, debes ir en coche hasta alcanzar este enclave de montaña a unos 65 km de la capital provincial. Desde allí, comienza una ruta lineal de ida y vuelta de 6,7 kilómetros, perfectamente señalizada y accesible para la mayoría de los senderistas, ya que la dificultad es baja y el terreno es mayormente suave.

Una vez en Roblelacasa, el sendero nos lleva por sus calles estrechas hasta una plaza principal y un camino perfectamente señalizado. A medida que nos adentramos en el sendero, lo primero que nos encontramos es una vieja fuente, rodeada de jaras y robles. Esta mezcla de flora autóctona convierte el paisaje en toda una experiencia sobre todo en primavera, cuando las jaras florecen en un espectáculo de colores.

El camino continúa hacia el sur, y es en este punto donde podemos detenernos para contemplar el pueblo desde la distancia, disfrutando de las vistas del pico Ocejón. Poca a poco el camino se vuelve más estrecho y serpentea junto al valle del río Jarama, que va tomando protagonismo.

Llegada a las Pozas del Aljibe

Tras un descenso, llegamos finalmente al arroyo del Soto y a las famosas Pozas del Aljibe. Aquí, el agua cae en cascadas que han formado piscinas naturales perfectas para disfrutar de un baño. El sonido del agua, el aire fresco de la montaña y el entorno de vegetación hacen de este lugar un refugio de paz.

En días de abundante caudal, las cascadas son especialmente impresionantes y el espectáculo merece la pena. Para los más aventureros, cruzar el pequeño puente de madera que se encuentra un poco más arriba del arroyo permitirá acceder a otro punto de vista sobre las pozas, ofreciendo la oportunidad de sacar fotos espectaculares y darte un chapuzón de ensueño.

Con la combinación perfecta de paisajes naturales, historia local y la posibilidad de un baño refrescante, este sendero es una joya escondida en la Sierra Norte de Guadalajara que no te puedes perder.

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