RESPETO Y CONCIENCIACIÓN
Un pueblo de Cantabria hace un llamamiento para que los turistas no "abracen las secuoyas" de su bosque y no les arranquen las cortezas
El ayuntamiento de Cabezón de la Sal ha hecho un llamamiento a los turistas para que respeten el bosque de secuoyas, no les arranquen las cortezas y eviten abrazar los árboles para no deteriorarlos.
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Cantabria es una comunidad que cuenta con una naturaleza asombrosa y con lugares y municipios dignos de conocer. Recientemente te hablábamos del pueblo medieval en el que están prohibidos los coches y ahora queremos hablaros de la localidad de Cabezón de la Sal, que ha hecho un llamamiento para prohibir abrazar las secuoyas.
Cabezón de la Sal, cabecera de la comarca Saja-Nansa, cuenta con un Monumento Natural de Secuoyas del Monte Cabezón y recientemente el ayuntamiento de la localidad ha hecho un llamamiento para que los turistas eviten abrazar las secuoyas y que así no su deterioro.
Al parecer, el tronco de las secuoyas se está deteriorando ya que el bosque recibe unas 200.000 visitas de turistas al año que se hacen la famosa foto abrazando una secuoya como recuerdo. Eso por eso que la corteza de estos árboles se está debilitando, incluso la erosión de los paseos de los visitantes por el bosque está haciendo que muchas raíces queden a la vista.
No arrancar las cortezas de los árboles
Pero los abrazos de los turistas a los árboles no son el principal problema. Viajestic se ha puesto en contacto con Sara Escalante, técnico municipal de turismo de Cabezón de la Sal, y ha querido aclarar que lo más dañino que está sucediendo es que hay personas que arrancan la corteza de las secuoyas y las dejan "al desnudo".
Esto sucede por el tipo de corteza que tienen estos árboles, pues es compacta, de tacto esponjoso y con una profundidad de 40 centímetros, unas características que al parecer atraen a la gente para arrancar dicha corteza y que está ocasionando daños irreparables.
El llamamiento que ha hecho el ayuntamiento no es otro que el respetar el bosque que van a visitar, único en Europa debido a que cuenta con 2 hectáreas y media y más de 800 árboles, y aplicar el sentido común para mantener un monumento natural tan importante para España. Un abrazo no daña, uno detrás de otro, sí.
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