Sevilla
Puente de Triana de Sevilla: 5 curiosidades que probablemente no conocías
Uno de los emblemas de Sevilla es, sin duda, el precioso Puente de Triana. Es hora de conocer una serie de curiosidades que te sorprenderán, y mucho. ¡Estamos convencidos!
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Uno de los grandes símbolos de la ciudad de Sevilla es el precioso puente que nos dirige, de lleno, a uno de los barrios más bonitos de todo el país: Triana. Es, por si fuera poco, el Puente de Triana es uno de los más fotografiados de España. Ahora bien, muy pocos son los que conocen una serie de detalles que, desde luego, no dejan indiferente a nadie. ¿Te atreves a descubrirlos con nosotros?
El de Triana sustituyó al conocido Puente de Barcas
En el lugar donde encontramos ahora mismo al Puente de Triana estaba, antiguamente, el de Barcas. Fue el preciso escenario de lo que conocemos como Batalla de Triana, situada históricamente en la Guerra de la Independencia que tuvo lugar entre los años 1808 y 1814. En ese instante, las tropas españolas (con la ayuda de las inglesas) se enfrentaron a las tropas francesas lideradas por Napoleón Bonaparte. La victoria fue de los españoles.
El Puente del Carrousel, inspiración para el de Triana
Ferdinand Bennetot y Gustavo Steinacher, durante los años 1845 y 1852, fueron los ingenieros que se encargaron de la construcción del Puente de Triana. Para su creación, se inspiraron en uno de los puentes más conocidos de París. Este Puente del Carrousel fue construido en 1834, bajo las órdenes del rey Luis Felipe, por otro gran ingeniero como fue Antonine Remi Polonceau. En la década de los 30 del siglo XX fue sustituido por otro bastante distinto al original.
Su inauguración, una de las más recordadas
Tuvo lugar el 23 de febrero de 1852 y, en ese mismo día, se celebró una espectacular procesión que partió de la preciosa parroquia de Santa Ana. El arzobispo bendijo la construcción bajo la atenta mirada del capitán general de Sevilla y el gobernador civil. El Puente de Triana llegó a entrar en la historia con tanta fuerza que el Ayuntamiento de la ciudad declaró ese día como festivo, para celebrar un desfile militar en su honor.
Un puente que estuvo a punto de derrumbarse
Toda esta terrible situación tuvo lugar en 1889. En ese instante, pasó un cilindro a vapor que produjo una inesperada rotura de un larguero y, por ende, de una vigueta de este puente sevillano. Ante tal situación, se decidió apuntalarlo. La obra llegó a costar unas 35.000 pesetas que, en la época, era una auténtica fortuna.
¿Y la estatua de Isabel II?
En el siglo XIX, concretamente en los años 50 y 60, se pensó en la posibilidad de añadir al Puente de Triana nada más y nada menos que una estatua de la reina Isabel II. A pesar de la idea, la Revolución de 1868 y el posterior exilio de la reina hicieron que el proyecto quedara en un segundo plano. ¡Y para siempre!
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