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Las ruinas romanas que no puedes perderte en España si quieres sentirte un "gladiador"
Mérida, Zaragoza, A Coruña o Tarragona son algunas de las ciudades españolas a las que puedes viajar en tren para visitar los vestigios de la Hispania romana para poder sentirte un "gladiador".
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La secuela de la exitosa película del 2000, Gladiator, llega 24 años después, con una historia que pretende repetir la hazaña de su predecesora. Ambas películas están ambientadas en la Antigua Roma, época donde los gladiadores luchaban en anfiteatros y coliseos, y es bien sabido que durante este periodo histórico, la península ibérica fue un territorio muy preciado para los romanos.
De hecho, España cuenta con una gran variedad de ruinas romanas que atestiguan esta etapa de la historia y atraen a los amantes de la historia y, gracias a estas producciones, también a los fanáticos del cine.
Para aquellos que quieran sentirse como auténtico gladiador y viajar a la antigua Roma, estos son algunas de las ruinas que no te puedes perder según Trainline:
La antigua Tarraco
Tarragona fue antiguamente conocida como Tarraco, una de las principales ciudades romanas en la península. Fue fundada antes por los íberos, antes de la llegada de los romanos, pero durante su asentamiento se convirtió en una base militar romana, especialmente en el año 218 a.C., durante la Segunda Guerra Púnica.
Ahora, en la ciudad catalana, quedan muchos vestigios de esta época. El anfiteatro, situado muy cerca de la costa, todavía conserva las gradas, la arena y salas subterráneas donde se albergaban combates de gladiadores y otros espectáculos. Tarragona también alberga las ruinas de un circo romano, del que se pueden apreciar las bóvedas y pasillos, aunque una gran parte del resto del circo se encuentra bajo tierra. Por último, el casco antiguo de la ciudad todavía se encuentra rodeado en parte por la muralla romana original, construida en el siglo II a.C.
El paseo romano de Zaragoza
Al igual que Tarragona, Zaragoza o Caesaraugusta, también cuenta con un importante legado romano. De hecho, para los apasionados de la cultura antigua, existe una ruta a pie por la ciudad para viajar al pasado y revivir la historia romana de Zaragoza.
Este paseo comienza en las murallas romanas de la ciudad que se encuentran casualmente en la Avenida Cesar Augusto, junto a la estatua de este mismo emperador, la cual es copia en bronce del famoso Augusto de Prima Porta. Siguiendo este paseo romano, al cruzar la Plaza del Pilar, debajo de La Seo se encuentra el Foro Romano de Caesaraugusta, el centro neurálgico de la ciudad donde se desarrollaba la vida social, religiosa y política. Cabe destacar el museo del Puerto Fluvial de Caesaraugusta, que muestra el pasado comercial de la ciudad alrededor del río Ebro, el cual era navegable y ayudó al desarrollo de un intenso comercio. Otras de las ruinas romanas que encontrarás en Zaragoza son las termas públicas o el teatro, el cual contaba con aforo para más de 6.000 personas, siendo así el teatro romano más grande descubierto hasta la fecha en España.
Augusta Emerita, ahora Mérida
Augusta Emerita fue fundada por el emperador Augusto en el año 25 a.C y se convirtió en una de las principales ciudades de la Hispania romana y fue la capital de la antigua provincia de Lusitania. Además, es la ciudad de nacimiento de Máximo Décimo Meridio, famoso protagonista de la película Gladiator. Ahora, Mérida cuenta con una riqueza arqueológica excepcional.
Su teatro romano data del siglo I a.C. y es uno de los mejor conservados de toda España. De hecho, hoy en día, después de 2.000 años, se sigue utilizando para eventos musicales y representaciones teatrales. Por otro lado, también destaca en Mérida el Templo de Diana que, aunque sufrió modificaciones durante los años, aún conserva partes de su estructura original, con preciosas columnas corintias y un diseño majestuoso.
La Torre de Hércules en A Coruña
También al norte de España, en A Coruña, encontramos el faro más antiguo del mundo, el cuál todavía se encuentra en funcionamiento. Data del siglo I d.C y se construyó durante la época del emperador Trajano. Según cuenta la leyenda, este faro se erigió donde Hércules enterró la cabeza del gigante Gerión tras derrotarlo, recibiendo así su nombre.
En 2009, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, convirtiéndose así en un símbolo emblemático de la ciudad y de Galicia. Además, desde este faro se puede disfrutar de unas vistas panorámicas al océano y a la ciudad de A Coruña.
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