Un edificio espectacular
¿Sabes cuál es el edificio de ladrillo más grande del mundo?
Está en la localidad francesa de Albi, en la región de Occitania, y es una catedral, es de hecho una de las catedrales más visitadas de toda Francia: la Catedral de Santa Cecilia de Albi.
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Este espectacular edificio se construyó entre 1282 y 1480 y la razón de que sea una de las catedrales más visitadas de Francia no está solo en sus ladrillos sino también en su interior; y es que una de las cosas que más sorprende de este imponente edificio es la sobriedad de su exterior en contraste con la riqueza decorativa que esconde en su interior.
La Catedral de Santa Cecilia de Albi es, obviamente, un edificio religioso pero tiene la imponente presencia de una fortaleza y formó parte, de hecho, del sistema defensivo de la ciudad allá por la Edad Media; de su exterior sorprende esa imponente sobriedad de estilo gótico construida a base de ladrillos, con su altura de 40 metros en el punto más alto y algo más de 110 metros de largo; en cuanto a su interior, son las pinturas murales, que se creen fueron realizadas por artistas flamencos hoy desconocidos, lo que atraerá más tu atención y lo hará porque estás ante la catedral pintada más grande de Europa, como este edificio es algo así como una catedral de récords.
Uno de los detalles que más sorprendió a los expertos en arte fue la excelente conservación de las pinturas de las bóvedas donde todavía hoy luce esplendoroso el tono azul de Francia, claro que un análisis de una muestra de esos techos dio la explicación al hecho de que el tiempo no hiciera mella en ellos: para obtener ese tono de azul se trabajó con lapislázuli y óxido de cobre, la calidad de estos elementos es lo que aseguró un buen pasar del tiempo sobre ellos.
Esta catedral esconde además otros tesoros entre los que cabe destacar un órgano clásico francés del S.XVIII y un antiquísimo facsímil de un mapamundi conservado desde hace más de 1300 años; este Mapamundi solo se expone entre los meses de junio y septiembre para asegurar su conservación.
Como ves esta catedral, que pasa por ser el edificio de ladrillo más grande del mundo (desde luego sí es la catedral más grande del mundo construida en ladrillo), es también un pequeño tesoro mucho más allá de sus ladrillos, su arquitectura es notable y su decoración puro arte, de ahí que sea una de las catedrales más visitadas de Francia: recibe (recibía al menos hasta que la pandemia de coronavirus ha puesto el mundo del revés) más de 800.000 visitantes al año.
Más información Turismo de Albi
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