¿Se atreve a visitar un museo de las matemáticas?

La esencia de la Galería Winton es resaltar el papel central de las matemáticas en todas nuestras vidas y dar fe de cómo los abnegados hombres y mujeres encomendados a esa noble ciencia han ayudado a construir el mundo moderno en los últimos cuatro siglos. El lugar alberga más de 100 tesoros provenientes del mundo de la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Como afirmó el comisario de la Galería Winton, Dr. David Rooney, “En lo más profundo, esta galería revela una rica historia cultural del esfuerzo humano que ha ayudado a transformar el mundo en los últimos cuatrocientos años. La práctica matemática sustenta tantos aspectos de nuestra vida y de nuestro trabajo… esperemos que inspire a los visitantes a pensar en el papel de las matemáticas bajo una nueva luz”.

Pero antes de profundizar en sus tesoros históricos, merece la pena echar un vistazo al diseño de la galería, de líneas ondulantes y orgánicas, y en cuyo centro se encuentra el avión Handley Page, construido en 1929 para un concurso en busca de aviones seguros. Su innovadora investigación aerodinámica influyó en la forma de las alas de este avión experimental.

Pues inspirado por esas formas del Handley, los arquitectos de Zaha Hadid reflejan en el diseño el aire que habría fluido alrededor de este histórico avión en vuelo, desde el posicionamiento de las vitrinas hasta las superficies curvas tridimensionales de la estructura central. Al fin y al cabo, las matemáticas fueron una de las obsesiones de Zaha Hadid.

Como explican los propios arquitectos del proyecto, “es una maravillosa coincidencia que la Galería Winton se haya inaugurado en el bicentenario del nacimiento de Ada Lovelace, una mujer pionera en la historia de las computadoras y de la ‘ciencia poética’. Su influencia nos ha inspirado en el diseño del proyecto y sus estudios desentrañaron el mundo abstracto del motor analítico y su lógica a generaciones futuras”.

Los visitantes se pueden encontrar con un astrolabio islámico del siglo XVII que utiliza técnicas matemáticas antiguas para trazar el mapa del cielo nocturno; o la famosa máquina Enigma, que con sus intrincadas fórmulas matemáticas ayudó a los aliados a descifrar los códigos secretos del ejército nazi.

Algunos instrumentos y objetos aparecen arraigados en otras disciplinas, desde la arquitectura clásica hasta el diseño de muebles pasando por la medicina, como la pionera máquina de reconocimiento de patrones Wisard, construida en 1981 para intentar recrear las redes neuronales del cerebro, es decir, un primitivo artefacto de Inteligencia Artificial que, hasta su jubilación en 1995, reconocía billetes falsos, analizaba la voz humana y monitorizaba el crecimiento fetal.

En fin, más de 100 objetos dispuestos de una manera que encarnan el espíritu matemático (incluidos unos robustos bancos en forma de arco de fabricación robótica) que permiten a los visitantes captar y respirar cómo las matemáticas toca todos los aspectos de nuestra vida.