Establecimientos míticos
Siete pastelerías que debes visitar una vez en la vida
Este artículo tiene un alto contenido en dulce que seducirá a muchos y hará relamerse a otros tantos. Golosos, apuntad los nombres de estas pastelerías para visitarlas en vida.
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La Duquesita, Madrid
En pleno centro de Madrid y junto al museo del Romanticismo encontramos este dulce rincón. Abrió en 1914 y desde entonces no ha dejado de endulzar el paladar de sus clientes y adeptos. Su reconocimiento se ha consolidado gracias a sus postres y dulces artesanos. Con más de 100 años de historia a sus espaldas, La Duquesita se posiciona como uno de los establecimientos gastronómicos de referencia en la capital.
Demel, Viena
Fundada en 1786 y conocida entre los vieneses como, ‘La chocolatería de Viena’, Demel es un alto en el camino para todos aquellos que visiten la capital austriaca. Desde que abrió sus puertas ha sido la proveedora oficial del Imperio y de la corte Austrohúngara. El estilo de su interior es barroco y fue diseñado por el famoso dúo Portois & Fix, compuesto por diseñador de mobiliario austriaco, y un decorador de interiores belga.
Pasticceria Marchesi, Milán
Desde 1824, esta pastelería ha ofrecido a los vecinos de Milán y a todo aquel que quisiera acercarse un magnífico chocolate artesanal. Es una de las más famosas y emblemáticas de la ciudad gracias a la excelencia y variedad de su oferta de productos, y su clásico Panettone, el clásico dulce milanés. Casi 200 años después su inauguración en Via Santa Maria alla Porta, la Pasticceria Marchesi continua en su localización original con una pasión inalterada por la perfección.
Pastéis de Belém, Lisboa
Desde la primera mitad del siglo XIX, en 1837 en Belén, se inicia la fabricación de los “Pastéis de Belém” según una antigua receta secreta originaria del Monasterio de los dos Jerónimos. Desde entonces, la receta es transmitida y conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que los fabrican de modo artesanal. Gracias al trabajo de los maestros pasteleros la receta se mantiene inalterable hasta hoy en día.
Dominique Ansel Bakery, Nueva York
Su dulce más popular es el cronut, una combinación de cruasán y el donut, muchos son los curiosos que se agolpan a sus puertas para probar esta delicia. Está ubicada en el Soho neoyorquino, y además de la pastelería, cuentan con un invernadero abierto todo el año en el que disfrutar de sus originales creaciones. Los golosos más aventureros y curiosos deberían considerar visitar este templo del dulce y dejarse maravillar.
Café Savoy, Praga
En el Café Savoy se respira una atmósfera de otra época que los más nostálgicos recordará a la Primera República Checoslovaca. El diseño de su interior se corresponde con un estilo neorrenancentista de 1893. Se ha consagrado como un lugar popular de encuentro, en el que sus deliciosos productos de confitería, y sus abundantes desayunos no dejan a nadie indiferente.
Boulangerie Guerin, Río de Janeiro
De inspiración francesa y con raíces parisinas, esta pastelería se encuentra en Copacabana. Su decoración es de colores vivos y es muy concurrida. Además, cuando algo gusta y se comenta, el boca a boca se extiende rápido, y así ha conseguido Boulangerie Guerin su fama. ¿Qué es lo más degustado? La tarta de frutos rojos, pastel de crema con chocolate y milenrama, que además ganaron el premio a los mejores postres de Río.
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