Sirmione, el secreto a voces del italiano Lago di Garda

Sirmione es un bello pueblo italiano junto al Lago di Garda y muy cerca también de las fronteras de Italia con Alemania, Suiza y Austria; lo primero que debes saber de él es que si bien es un destino de verano de primer orden, esa no es la mejor época del año para visitarlo, es cuando ya se marchan todos los turistas europeos que suelen disfrutar aquí del verano cuando podrás recorrer Sirmione y conocer la verdadera esencia de este bello rincón italiano.

Sí, es verdad que no está el mundo ahora para viajes pero más pronto que tarde volverá a estarlo y para entonces, no lo dudes, Sirmione es uno de los pueblos que querrás visitar porque es la joya más bella del Lago di Garda.

Sirmione es famoso por su casco histórico, también por su imponente castillo medieval, su espectacular balneario y las ruinas de una antigua villa romana, conocida como las Cuevas de Catulo, el famoso poeta que se enamoró de la zona del Lago di Garda como tras él lo hicieron tantos escritores célebres, el irlandés James Joyce, Ezra Pound o Kafka entre ellos.

El casco antiguo de Sirmione es encantador a rabiar, en él reinan la antigua iglesia románica de Santa María della Neve y otras menores pero no menos interesantes como las de San Pietro in Mavino o la de Sant’Anna; el castillo Rocca Scaliegera está al final de la península en la que se asienta este bello pueblo y es lo que une, a través de un puente levadizo, el casco antiguo con tierra firme.

Si el casco antiguo y el castillo merecen una visita no menos la merecen las Cuevas de Catulo, aunque ya te advertimos que ni son cuevas ni tienen nada que ver con Catulo; se les llamaron cuevas porque por su estado de conservación eso parecían y se mentó a Catulo porque se sabía que el poeta había vivido en la localidad, con el tiempo y el trabajo arqueológico se descubrió que estábamos ante una villa romana, sí, pero posterior a Catulo, en todo caso eso ya es lo de menos…

Mención especial merece el balneario de Sirmione, famoso por sus aguas ricas en azufre; cuenta con dos instalaciones termales, la de Catulo y la de Virgilio: la primera está en el casco antiguo y cuenta con varias piscinas mientras la segunda está entre Colombare y Lugana y su fin es medicinal.