Torre de las Gallinas de la Alhambra: esta es su sorprendente historia

La Alhambra, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los grandes emblemas de la ciudad de Granada. La edificación está situada sobre la colina de la Sabika, uno de los puntos más elevados de este lugar. Por lo tanto, se erigió por cuestiones defensivas pero también como símbolo de poder.

Durante siglos fue una ciudadela hasta la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos en 1492. Desde el preciso instante en el que alzaron la cruz y la bandera en la Torre de Comares de la Alhambra, pasó a ser considerado como palacio real de los reyes cristianos. Poco a poco, el complejo se fue desarrollando tras añadirse nuevas edificaciones.

Entre ellas encontramos el espectacular Convento de San Francisco (1494), el Palacio de Carlos V (1527) y, cómo no, la Iglesia de Santa María de la Encarnación de la Alhambra (1581). Muchos son los secretos que esconde La Alhambra, y uno de ellos tiene una estrecha relación con la Torre de Muhammad, popularmente conocida como Torre de las Gallinas.

Cabe destacar que también recibió el nombre de Torre de Hontiveros por un soldado que, hasta finales del siglo XVI, residió en ella. Estamos ante la torre más occidental de este conjunto, siendo mandada a construir en el siglo XIII por Muhammad I. De ahí que se le conozca, a su vez, por ese nombre.

Esta preciosa torre está unida, de manera perfecta, al Cubo de la Alcazaba así como la Puerta de la Tahona. Por si fuera poco, debemos saber que cuenta con una terraza, tres entradas y dos plantas. Estamos ante una de las Torres más importantes de la Alhambra por su estratégica situación, ya que está situada entre la Alcazaba y los Palacios Reales.

Por lo tanto, su función no solamente era controlar los accesos a la Casa Real sino también protegerles contra cualquier ataque. Junto a esta torre se puede encontrar la Puerta del Bosque, una de las más desconocidas del complejo. A pesar de todo, cabe destacar que el paso del tiempo sí que se ha notado en su estructura.

Y es que en el siglo XIX fue considerada como una de las torres peor conservadas de La Alhambra. En parte, quizás, también por esa función que ejerció como corral de gallinas, de ahí que se conociera popularmente como tal. Además, esa muralla que unía la Torre con la Puerta de la Tahona quedó destruida en la época de Torres Balbás. La restauración se llevó a cabo a partir del año 1955, aunque su consolidación se realizó en la década de los 70.

Gracias a estas necesarias obras se encontró algo verdaderamente sorprendente e inesperado: restos de la muralla árabe. Es algo más baja y escalonada. Además, se observan diversas instancias adosadas a la cara interna de esta muralla. Cabe destacar que los seísmos sufridos en la ciudad de Granada entre finales de 2020 y principios de 2021 afectaron a la Torre pero, afortunadamente, no sufrió graves daños en su estructura.

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