¿Vivir sobre una cascada?

Actualmente Fallingwater es un monumento nacional en Estados Unidos que funciona como museo, está abierta al público y pertenece al Western Pennsylvania Conservancy. Esta aventura arquitectónica comienza en 1934 cuando los planos de la casa son diseñados. La familia Kaufmann quería una segunda residencia frente a la cascada del río Bear Run, en el condado de Fayette del estado de Pensilvania (Estados Unidos), así pues contactan con el afamado arquitecto.

No obstante, la casa en vez de situarse con vistas a la cascada, se construyó sobre ésta. Siguiendo así los principios de la arquitectura orgánica que ansía integrar en una unidad (edificación) los factores ambientales del lugar, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y al ser humano.

Los cimientos de la casa se asientan sobre la propia roca y las que sobresalía se incluían en el diseño interior. Para hacer la mampostería que recubre el exterior de la casa se emplearon las rocas y materiales que se encontraban en la zona, de esta forma se consigue armonizar la casa con el entorno. También se usa hormigón.

La casa se conforma de voladizos con un marcado eje de verticalidad, lo que hace posible que la casa se mantenga sobre la cascada. Tiene unas ventanas que se extienden verticalmente y que pasan de una planta a otra, mostrando así los forjados. La cara sur de la vivienda es la que está sobre la cascada, y la norte da a un talud de piedra que se eleva sobre el camino que da acceso.

Entre el talud y la casa se elevaron unas pérgolas. Además, dos de las pérgolas describen un arco esquivando el tronco de dos árboles. Este recurso lo usó Wright para dejar claro el respeto a la naturaleza implícito en el diseño de la casa. Las sombras que proyectan las pérgolas se asemejan a las de los troncos de los árboles, efecto que hace que la sombra de la casa se difumine en las de los árboles. A esta parte de la casa se la conoce como el “bosque”.

La construcción de la vivienda se desarrolló entre 1936 y 1937. Un año después sería portada de la revista Time. Y hasta 1963 fue la segunda residencia de los Kaufmann, donde pasaban los fines de semana. En 1964 el hijo de la familia decidió donar la Casa de la Cascada a la asociación Western Pennsylvania Conservancy,y se abre al público, desde entonces ha recibido unos cuatro millones y medio de visitantes. ¿Serás tú el siguiente?