FRANCIA
Arco del Triunfo del Carrusel de París: ¿sabías que, durante unos años, Napoleón Bonaparte coronó este Arco?
Es el momento más que perfecto para conocer la historia que hay detrás del Arco del Triunfo del Carrusel, uno de los más espectaculares que podemos encontrar en París.
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París, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las ciudades europeas que más turistas recibe, año tras año. Y siendo honestos, no es para menos. Pasear por sus calles es un auténtico regalo, ya que encontramos numerosas edificaciones y monumentos que consiguen dejarnos sin palabras.
Un claro ejemplo lo encontramos en el conocido como Arco del Triunfo del Carrusel. Se trata de un monumento que data del año 1809 y podemos encontrarlo en la Plaza del Carrusel, entre el jardín de las Tullerías y el Museo del Louvre. Por lo tanto, está en una zona verdaderamente de ensueño.
Una de las peculiaridades de este Arco del Triunfo del Carrusel es que existen entradas en sus cuatro caras. A pesar de todo, pocos son los que saben que este monumento cuenta con una historia verdaderamente sorprendente, que tiene una estrecha relación con uno de los dirigentes más importantes del país vecino.
El Arco del Triunfo del Carrusel de París, a través de su historia
El que se encargó de ordenar la construcción de este Arco del Triunfo fue nada más y nada menos que Napoleón Bonaparte. Y lo hizo para conmemorar todas y cada una de sus victorias en el campo de batalla. Por lo tanto, la construcción de este Arco se realizó entre los años 1806 y 1808.
Los encargados de esta obra fueron Charles Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine. Ambos siguieron el modelo del histórico Arco de Constantino que podemos encontrar en la ciudad italiana de Roma. Otra curiosidad es que los cuatro caballos de esa cuadriga de bronce situada en la parte más alta del Arco son una réplica de los que podemos encontrar en el Museo de la Basílica de San Marcos de Venecia.
Y es que los originales formaron parte de ese botín de guerra que Napoleón Bonaparte logró al destruir la República de Venecia, allá por el año 1797. Estos se encontraban en la Plaza de la Catedral de San Marcos que habían sido traídos de Constantinopla. A su vez, son copias que venían de nada más y nada menos que el Templo del Sol de Corinto. El carro situado en la parte alta del Arco del Triunfo está escoltado por alegorías de la Victoria y de la Paz.
Muchos son los que creen firmemente que quien conduce el carro es el propio emperador, pero nada más lejos de la realidad. Sí que se fabricó una estatua de bronce de Napoleón y se colocó en el lugar correspondiente. A pesar de todo, declinó la propuesta de verse en la cumbre del Arco que estaba dedicado al Gran Ejército. De ahí que en 1812 se quitara esa estatua y, hasta 1828, el carro se quedó completamente vacío.
La estatua de Napoleón Bonaparte que se retiró de este Arco se encuentra en el Museo del Louvre, a tan solo unos metros del que fue su lugar durante un tiempo. Los bajorrelieves, por su parte, dejan reflejadas las victorias de Napoleón Bonaparte en 1805. Tan solo 10 años después, los rivales de Napoleón ocuparon París y los desmontaron. Además, no solamente devolvieron los caballos a Venecia sino que decidieron destruir el carro.
A pesar de todo, en 1820 se volvieron a montar los bajorrelieves y, tan solo ocho años después, el Rey Carlos X decidió colocar una copia de la cuadriga. Lo cierto es que, sea como sea, este Arco del Triunfo del Carrusel de París es sencillamente espectacular por su historia, pero también por su ubicación. Desde este punto podemos ver el jardín de las Tullerías, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y hasta el obelisco de la Plaza de la Concordia.
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