Principado de Mónaco
Así es Montecarlo, el casino de Europa
Montecarlo, con sus hoteles y su famoso Casino, es el corazón mismo de la oferta turística del Principado de Mónaco, un pequeño país en la Riviera Francesa.
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Montecarlo es un barrio de Mónaco que es a su vez el segundo país más pequeño del mundo, tras el Vaticano, y el de mayor densidad de población; este pequeño paraíso (que lo es no solo natural por estar en el Mediterráneo sino también fiscal porque los ciudadanos monegascos, gracias a los grandes beneficios que reporta el juego al Principado, no pagan impuestos) es famoso por varias razones y todas giran entorno al turismo de lujo: hoteles de 5 estrellas, uno de los mejores puertos deportivos del mundo, competiciones automovilísticas de primer nivel como el Gran Premio de Móncao de Fórmula 1 o el Rally de Montecarlo y el juego en su espectacular Casino.
Decimos que el Casino es espectacular porque lo es desde su arquitectura hasta su interiorismo y antes de llegar a los juegos de suerte, apuestas y azar; se trata de un edificio diseñado por Charles Garnier, el mismo arquitecto responsable de la Ópera de París; se trata en realidad de un complejo más que de un solo edificio ya que aquí no solo se concentran los juegos de azar (juegos en los que, por cierto, tienen prohibido participar los ciudadanos monegascos) sino que aquí se encuentra también el Gran Teatro de Montecarlo, una Ópera y un Salón de Ballet.
Es verdad que la historia de Mónaco, y con la del Principado la del barrio de Montecarlo, es centenaria y muy anterior a la legalizaciónd el juego en el S.XIX pero no es menos cierto que fue a partir de ese momento cuando comenzó el desarrollo de Montecarlo tal y como lo conocemos hoy: a mediados del S.XIX el Príncipe Carlos III mandó construir el barrio de Montecarlo, que incluía un Casino aunque no sería el primero del Principado (el primero se inauguró cerca del puerto en 1856 mientras el Gran Casino de Montecarlo que hoy conocemos comenzó su construcción dos años más tarde y se inauguró en 1863). El espectacular Casino diseñado por Garnier sufrió una ampliación en 1910, la que corresponde al Gran Teatro de Montecarlo.
Desde su inauguración lo más granado de la sociedad europea y americana se ha dado cita en sus salones, su zona de párking es todo un museo de coches de lujo y alta gama pero para entrar en el Gran Casino de Montecarlo no es necesario ser millonario, la entrada solo cuesta 10 euros y otros 10 más si quieres acceder a los salones privados; solo te pedirán tu DNI para asegurarse de que eres mayor de edad (los menores tienen prohibido el acceso, y cuánto o cuán poco te jueges en sus mesas o en sus máquinas es ya solo cosa tuya...
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